Lo que ya está: El error de Orwell (II)

archivo electrónico de datos

Relacionado con el post anterior vamos a analizar como cada compra que usted hace en un shopping queda registrada instantáneamente no solo en el sistema del negocio donde adquirió su bien sino que también una copia de la información viaja simultáneamente a la base de datos del centro comercial. La imagen (*) que mostramos –correspondiente a un conocido shopping de la ciudad de Córdoba- es una captura de pantalla del archivo de texto que se envía en línea (algunos pocos shoppings lo procesan al final de cada jornada) cada vez que un negocio registra una venta; los shoppings además de cobrar por los alquileres también cobran un porcentaje de la facturación de cada uno de sus locatarios en concepto de publicidad, gastos, promociones, fidelización de clientes, etc. y además toda esta información se analiza de diversos modos y para diversos fines como saber si ese local aporta la suficiente rentabilidad y en base a esto decidir si le corresponde una ubicación mejor ó peor dentro del predio o directamente la no renovación del contrato, entre otros análisis.

Vamos a descifrar uno de los registros de este aparente jeroglífico de letras y números inconexos:

C|223|82|53|10453|20120606|2014|80|307XXXXXXXX|96|
925XXXXX|N|1|20120606
D|223|82|53|10453|21.00|495.04|103.96|0.00|01|01
P|223|82|53|10453|02|04|6|599.00

Como vemos está dividido en 3 líneas: C – D - P que corresponden a las iniciales de los elementos que componen cada operación de compra: Cabecera, Detalle y Pago.´

  • En la línea C vemos: Número del local (223) | Tipo de comprobante: factura A, B, nota de crédito, etc. (82) | Sucursal fiscal (53) | Número del comprobante (10453) | Fecha del comprobante (20120606) | Hora del comprobante (2014) | Tipo de identificación fiscal del vendedor: CUIT, DNI, etc. (80) | Número de identificación fiscal del vendedor (307XXXXXXXX) | Tipo de documento del comprador (96) | Número de documento del comprador (925XXXXX) | Estado del comprobante: Anulado o Normal (N) | Número de la caja (1) | Fecha de apertura fiscal de la caja (20120606)
  • En la línea D vemos: Número de local (223) | Tipo de comprobante (82) | Número de comprobante (10453) | Alícuota de IVA (21.00) | Importe neto (495.04) | Importe de IVA (103.96) | Importe otros impuestos (0.00) | Rubro del local: tienda, zapatería, etc. (01) | Cantidad de artículos facturados (01)
  • En la línea P vemos: Número de local (223) | Tipo de comprobante (82) | Número de comprobante (10453) | Forma de pago: efectivo, tarjeta, etc. (02) | Código identificador de la tarjeta: Visa, AmEx, etc. (04) | Cantidad de cuotas (6) | Total del pago (599.00)

Vale aclarar que si en el ejemplo citado la compra hubiese sido superior a los $ 1.000,00 en la línea C también se hubiese consignado el nombre y apellido del comprador en acuerdo a la legislación vigente dentro de las leyes contra el lavado de dinero, que no las inventó este gobierno como mal agita la prensa opositora sino que entraron en vigencia durante el sultanato de Carlos Menem y reformada por el gobierno de la Alianza o los dependientes de comercio que para justificarse ante el cliente cada vez que le piden nombre, apellido y número de documento dicen que “lo pide la AFIP para autorizar la operación, y… son cosas de Moreno, vió” (sic) (!); una absoluta mentira dado que justamente el uso de Controladoras Fiscales no requiere ningún llamado telefónico a nadie (todo queda guardado en la memoria fiscal de la misma, que es inviolable, y tienen un puerto serie desde donde los inspectores de la AFIP extraen la información conectando una handheld). Las disposiciones legales exigen pedir estos datos pero si no se consignan en la factura la operación puede continuar normalmente con cualquier nombre de fantasía; eso sí, después el negocio tendrá que dar explicaciones a la AFIP del porqué incumplió con la ley, pero ésta –como ya mencionamos- no monitorea en línea ni autoriza nada. Mas allá de que el registro centralizado de las operaciones cumple con las normas en vigencia –un shopping es en parte solidario fiscalmente con el locatario- en realidad el uso de esta información es mucho más jugosa en otros órdenes. Si a usted le ha pasado que al salir de un negocio fue abordado por personal pidiéndole que le muestre el ticket / factura sepa que en el 99% de los casos no fue personal de la AFIP sino del propio centro comercial que se asegura que el negocio esté declarando todas sus ventas (recordar el cobro porcentual sobre ventas mencionado al inicio del post) y muy tangencialmente la preocupación es por motivos legales. (**)

Analicemos un poco: Cada shopping –es decir un ente PRIVADO- conoce al instante el día, la hora, el negocio, que medio de pago utilizó, el monto, la cantidad de artículos, si pagó en cuotas y el tipo de rubro de cada una de sus compras. Junte toda esa información y mensualícela o anualícela y tendrán una completa radiografía de sus gustos, nivel de ingresos ponderado, los días y horarios en los que suele hacer las compras, con que frecuencia, etc. ¿Y que se hace con toda esa información? Desde lo puramente comercial -como promociones dirigidas- hasta la venta de todos esos datos a todo tipo de empresas o entes de los que no podemos conocer sus fines o límites.

En nuestro país hay un enorme y descontrolado comercio ilegal de datos personales ¿A veces se sorprende porque lo llaman o recibe directamente en su casa una nueva tarjeta de crédito que no pidió y de una institución bancaria con la que no tiene relación o trato comercial? ¿Le llegan avisos de servicios para niños y se pregunta como saben que tiene hijos? ¿Su teléfono no figura en la guía y sin embargo recibe llamados con promociones? Bueno, la información proviene de estas bases de datos que son vendidas (a un alto precio) a terceros por los que recolectan la información y hay sofisticados programas que entrecruzan los datos y emiten todo tipo de informes. Seguramente usted cree que los shoppings y/o entidades emisoras de tarjetas controlan celosamente el acceso a sus archivos: Craso error; en muchísimos casos el Departamento de Sistemas está tercerizado (como el caso que citamos en este post) por lo que los datos pasan por muchas manos y sin control (cuando no es que el propio shopping los venden directamente). Cualquier empleado de Sistemas que tenga acceso a los backups (y son muchos) puede comercializar esta valiosísima información acerca de su persona.

La derecha mediática agitó durante meses el imbécil fantasma de las estadísticas de la tarjeta de transporte SUBE, pero oculta muy bien el poderío y profundidad de la información que manejan sus anunciantes, socios y los servicios de inteligencia privados.

 

(*) En la imagen y en las descripciones se han omitido los números de CUIT, DNI y tarjetas de crédito por razones de privacidad. También el número del local se ha cambiado por las mismas razones.

(**) Colateralmente, no acepte ningún ticket / factura fiscal –los que se emiten por controladoras / impresoras fiscales- que en su cabecera lleve la leyenda *No Fiscal* o que al final del mismo no se haya impreso la leyenda CF (cierre fiscal - observará que está en mayúscula y tiene un tipo de letra diferente al resto porque no es un tipo de fuente sino un archivo de imagen). Por disposiciones legales las controladoras deben estar a la vista del público; si observa que su ticket sale impreso por una controladora que está medio escondida empiece a dudar. Generalmente esto lo suelen hacer los que claman golpeándose el pecho “Yo pago mis impuestos”.

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