El mito de convencer a todos



"La victoria sobre el elemento reaccionario está asegurada si se toman
las cosas por la raíz, si se es consciente de su proceso contradictorio.
Si se procede de otra manera, se aboca ineluctablemente a las posiciones
mecanicistas, economicistas y metafísicas;dicho de otro modo, al desastre".

Wilhelm Reich - La psicología de masas del fascismo


La escena es repetida: cualquiera que trabaje en una empresa o sector de la misma donde predominan los wannabe de clase alta, es decir los clase media que sueñan y sueñan con lo que nunca serán, lo sufre todos los días laborales. Es ese sector irreductiblemente inmune a cualquier medida que tome el actual Gobierno Nacional, así sea en su propio beneficio; comentarios racistas ("le van a dar LCD's a los negros"), burlas generales a la Presidente, de todo tipo ("ja, ¿viste como la gastó Obama en la última cumbre del G-20?, la boluda se creyó que era en serio"), comentarios apocalípticos sin ningún argumento anclado en la realidad ("esto se va todo a la mierda") y una larga lista de etcéteras.

Se torna prácticamente imposible entablar un diálogo medianamente coherente, ni aún con paciencia y buena voluntad, mostrando cifras como la relación entre deuda y PBI por citar una sola. Ávidos lectores de tapas de diarios y solapas de libros, creen poseer un saber superior que uno, pobre tonto en el mejor de los casos o sospechoso de recibir alguna prebenda oficial en el peor, no podrá jamás alcanzar. Preocupadísimos por la falta en el mercado de teléfonos móviles BlackBerry, generan escenas dignas de una película de Buñuel como la que me tocó presenciar dias pasados: Una compañera se compró un móvil Samsung de los que se están ensamblando en Tierra del Fuego y al segundo día de uso no le andaba la radio; el muchachito que hace como que se encarga del mantenimiento de la red en la empresa, después de mirarlo y toquetearlo un poco le dijo sonriendo irónicamente "Vas a tener que llevarlo al service, es un teléfono trucho de estos que hace Cristina, ja" (sic). Y no era ningún problema para service: Está programado en Java, así que reseteando la aplicación todo volvió a la normalidad en segundos (lo mismo puede pasar con un móvil fabricado en Holanda, EEUU, Corea o Marte). Hablados por los grandes medios de la derecha, estos aldoriquistas de nuevo cuño han desterrado para siempre la palabra duda de su diccionario personal.

Sin embargo en cierto sector del universo nac & pop, seguidista hasta la exasperación, ha prendido el concepto contrafáctico -nunca refrendado por la historia- de que por alguna magia extraña es posible convencer a todos de ir en determinada dirección, por lo que no habría que "confrontar" desestimando insensatamente de un plumazo que en toda sociedad capitalista las tensiones y confrontaciones son parte constitutiva de la misma. En la misma linea podríamos citar el risible "todos tenemos que ser de clase media" como he leído de cierto reputado bloguero, como si en una sociedad de clases eso fuese posible. Hay un porcentaje no desdeñable de nuestra sociedad -de cualquier sociedad- que jamás verá con buenos ojos o al menos con cierta indulgencia todo proceso que conlleve mejoras para los más desposeídos y esto llega al paroxismo hasta de criticar beneficios para si mismos, como el subsidio al transporte público que utilizan o a los servicios de luz y gas. Irónicamente serán los primeros en protestar e insultar si el Gobierno Nacional decidiera quitarlos. En este sentido y paradójicamente creen, al igual que los trotskistas, que el economicismo rige de forma inexorable y determinante los comportamientos de cada ser humano.

Argentina jamás tendrá una "Comunidad Organizada". El propio Perón lo pudo experimentar en carne propia una vez que la reacción pudo organizarse para sacarse a la negrada de encima. Y con un país que tenía por entonces los más altos índices de ocupación, bienestar general, seguridad y movilidad social.


2 comentarios:

Ricardo dijo...

Tengo la impresión de que la confusión -tanto de los que bancamos al oficialismo como de los antiK- viene por el lado de caer en el facilismo de la personalización. Ni podemos esperar que todos quieran a Cristina ni podemos culparla por todo lo que no nos parezca bien. El consenso debe darse en torno a cuestiones como el rol del Estado y la articulación de lo económico y lo social.

Coincido con el espíritu del post. Pensar que se puede deponer la conflictividad es una utopía. O una distopía.

Saludos.

Bob Row dijo...

Bien apuntado. Ahora empieza un período delicado, cuando la crisis mundial nos obliga a hacer sintonía fina con temas como los subsidios. Esto pone los conflictos sobre la mesa y una de las líneas divisorias pasa por la subordinación ideológica a la Iglesia. La sobreactuación de Capitanich en el tema del aborto ("ejecutamos el Plan de Dios") suena como una amenaza de futuras manifestaciones de Corpus Christi. Ceder la dirección ideológica es ya haber aceptado la derrota, diría Gramsci.
http://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=T_ResmFrHDU

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