Gramsci, por Eric Hobsbawm

Hace poco tiempo atrás se editó en nuestro país el libro Cómo cambiar el mundo del historiador marxista nacido en Inglaterra Eric Hobsbawm, el cual recomiendo fervientemente por su notable y riguroso trabajo de investigación que no se queda solo en describir la historia del marxismo y sus tendencias sino que lo relaciona en un potente ida y vuelta dialéctico con el presente. Una obra monumental, que algunos compañeros nacionales y populares parecen haber leído a las apuradas y llegando a conclusiones extrañas acomodando el relato según sus preconceptos, como cuando se dice que todo el libro lleva a concluir que “Hay que olvidar a Marx”, siendo que el mismo autor cierra su obra con este párrafo (página 424 de la edición de Editorial Paidós / Crítica):

La desintegración, incluso de un desmoronamiento del sistema existente [el capitalismo] ya no se puede descartar. Ninguna de las partes [capitalistas y marxistas / socialistas] sabe qué sucedería o qué podría suceder en este caso. Paradójicamente, ambas partes tienen interés en regresar a un gran pensador cuya esencia es la crítica del capitalismo y de los economistas que no fueron capaces de reconocer adónde conduciría la globalización capitalista, pronosticada por él en 1848 (…).

De nuevo resulta obvio que incluso entre importantes crisis, «el mercado» no tiene respuesta al principal problema que se enfrenta el siglo XXI: que el ilimitado crecimiento económico cada vez más altamente tecnologizado en busca de beneficios insostenibles produce riqueza global, pero a costa de un factor de producción cada vez mas prescindible, el trabajo humano, y, podríamos añadir, de los recursos naturales del globo. El liberalismo político y económico, por separado o en combinación, no pueden proporcionar la solución a los problemas del siglo XXI. Una vez más, ha llegado la hora de tomarse en serio a Marx.

(El comentario del libro y la crítica a los que ligeramente dicen que “Hay que olvidar a Marx” será motivo de otro post)

----------+----------

En los capítulos 12 (“Gramsci”) y 13 (“La recepción de Gramsci - Gramsci en Europa y América”) hace un detallado análisis del pensamiento y acción del brillante intelectual sardo, del que no hay que olvidar -cosa que se suele hacer y no inocentemente- que fue uno de los fundadores y militante del otrora partido comunista mas poderoso de occidente, el italiano. De los mismos quiero compartir con ustedes algunos extractos:

[Gramsci] hoy es conocido incluso por aquellas personas que en realidad no han leído sus obras. Términos tan típicamente gramscianos como «hegemonía» aparecen en los debates marxistas, e incluso no marxistas, sobre política e historia tan informalmente y a veces sin rigor como ocurrió con los términos freudianos en el período de entreguerras [Nota del autor: Me recuerda a cierto bloguero de la derecha peronista que suele citar con profusión cosas tales como “guerra de posiciones”, “guerra de trincheras”, “empate catastrófico” -que es una extensión del original de Marx “ruina mutua”- y otras tantas para sostener con piruetas increíbles la defensa de gente como Graciela Camaño y la mas rancia ortodoxia pejotista]. Gramsci se ha convertido en parte de nuestro universo intelectual. Su estatura como pensador marxista original -en mi opinión el pensador mas original de Occidente desde 1917- está ampliamente reconocida. Sin embargo, lo que dijo y por qué es importante todavía se atribuye al hecho que él es importante. A continuación, destacaré una razón de esa importancia: su teoría de la política.

Una observación elemental del marxismo es que los pensadores no inventan sus ideas en abstracto, sino que solo pueden entenderse en el contexto histórico y político de su tiempo. Si Marx siempre subrayó que los hombres hacían su propia historia -o si se quiere, elaboraban sus propias ideas-, también señaló que sólo pueden hacerlo bajo las condiciones inmediatas en que se encuentran, bajo condiciones determinadas y heredadas. El pensamiento de Gramsci es absolutamente original. Él es marxista y leninista (…) y a menudo resulta un marxista sorprendente. Por ejemplo, escribió relativamente poco sobre desarrollo económico y mucho sobre política, incluyendo escritos sobre teóricos como Croce, Sorel y Maquiavelo, que no suelen aparecer demasiado o en absoluto en las obras clásicas.

La Italia de su tiempo era, por así decirlo, un microcosmos del capitalismo mundial en la medida en que contenía en un solo país metrópolis y colonia, así como regiones avanzadas y regiones atrasadas [1]. Cerdeña, de donde provenía Gramsci, ejemplificaba la parte atrasada, por no decir arcaica y semi-colonial de Italia; Turín, con sus fábricas Fiat, dónde se convirtió en líder de la clase obrera, tanto entonces como ahora tipifica el estadio mas avanzado del capitalismo industrial y de la transformación de campesinos inmigrantes en obreros. En otras palabras, un marxista italiano inteligente que se encontraba en una posición insólitamente buena para comprender la naturaleza tanto del desarrollo del mundo capitalista como del «Tercer Mundo» y de sus interacciones. Por consiguiente, es un error considerar a Gramsci solamente como un teórico del «comunismo occidental». Su pensamiento no iba destinado exclusivamente a los países industrialmente avanzados ni era sólo aplicable a ellos.

(…) Italia era (y es) no solo un país católico sino un país en el que la Iglesia era una institución específicamente italiana, un modo de mantener el gobierno de las clases dirigentes sin, y al margen de, el aparato del Estado. Era también un país en el que la cultura de la élite nacional antecedía al Estado nacional [2]. Así pues, un marxista italiano sería mas consciente que otros de lo que Gramsci denominaba «hegemonía», es decir, las maneras mediante las cuales se mantiene la autoridad que no se basan simplemente en la fuerza coercitiva.

(…) La mayor contribución de Gramsci al marxismo es la de haber promovido una teoría marxista de la política. Porque aunque Marx y Engels escribieron mucho sobre política, eran reacios a desarrollar una teoría general en este campo, en gran medida porque -como señaló Engels en las famosas ultimas cartas explicando el concepto materialista de la historia- pensaban que era más importante destacar que «tanto las relaciones jurídicas como las formas del Estado no podían comprenderse por si mismas, sino que radican en las condiciones materiales de vida» (…) Lenin sintió la necesidad de una teoría mas sistemática del Estado y la revolución, lo cual resulta lógico en caso de acceder al poder, pero como todos sabemos la revolución de Octubre sobrevino antes de que pudiera completarla (…) Gramsci trató de lidiar con ambos problemas, aunque algunos comentaristas me parece que se han concentrado excesivamente en uno de ellos, el estratégico. De hecho, bien podríamos decir que a Gramsci sólo le fue posible enfrentarse a ellos en sus escritos porque estaba en la cárcel, aislado de la política exterior, y escribía no para el presente, sino para el futuro.

Gramsci es un teórico político en la medidas que considera que la política es «una actividad autónoma» [3] dentro del contexto y los límites impuestos por el desarrollo histórico, y porque emprende específicamente la investigación «del lugar que ocupa o debería ocupar la ciencia política en una concepción sistemática (coherente y lógica) del mundo» [4]. Para él, la política es el núcleo no solo de la estrategia para alcanzar el socialismo, sino del propio socialismo, «la actividad humana fundamental, el medio por el cuál la conciencia individual entra en contacto con el mundo social y natural en todas sus formas» [5]. En resumen, el término es mas amplio de lo que comúnmente designa. Mas amplio incluso que la «ciencia y el arte de la política» en el sentido mas estrecho del propio Gramsci, que él define como «un cuerpo de reglas prácticas para investigar y de detalladas observaciones para despertar un interés por una realidad efectiva y para estimular un entendimiento político mas riguroso y más enérgico». Está en parte implícito en el concepto mismo de praxis: que comprender el mundo y cambiarlo son una misma cosa. Y praxis es lo que hacen, la historia que los propios hombres hacen, aunque en determinadas condiciones históricas -y de desarrollo- y no simplemente las formas ideológicas por las que los hombres se hacen conscientes de las contradicciones de la sociedad. Es, para citar a Marx, el modo en que «lo resuelven»; en pocas palabras, es lo que puede llamarse acción política. Pero también es en parte un reconocimiento del hecho que la propia acción política es una actividad autónoma, aunque haya «nacido en el terreno permanente y orgánico de la vida económica».

Se podría argüir que para Gramsci lo que constituye la base del socialismo no es la socialización en sentido económico -es decir, la economía socialmente poseída y planificada (aunque ésta es obviamente su base y su marco)- sino la socialización en sentido político y sociológico, es decir, lo que se ha denominado proceso de formación de hábitos en el hombre colectivo, que hará que el comportamiento social sea automático y eliminará la necesidad de un aparato externo que imponga normas; automático, pero también consciente. Cuando Gramsci habla del papel de la producción en el socialismo no es simplemente como medio para crear la sociedad de la abundancia material, aunque podemos señalar de paso que él no tenía dudas acerca de la prioridad de maximizar la producción. Porque el lugar del hombre en la producción era fundamental para su conciencia bajo el capitalismo; porque la escuela natural de esta consciencia era precisamente la experiencia de los trabajadores en las grandes fábricas. Gramsci tendía a considerar que las grandes fábricas modernas no eran tanto un lugar de alienación, sino mas bien una escuela para el socialismo.

Lo nuevo en Gramsci es la observación de que incluso la hegemonía burguesa no es automática sino lograda a través de la acción y organización política conscientes (…) Una clase ha de trascender lo que Gramsci denomina organización «económico-corporativa» para llegar a ser políticamente hegemónica; y esta es, a propósito, la razón por la que incluso el sindicalismo más militante sigue siendo una parte secundaria de la sociedad capitalista. De ello se desprende que la distinción entre clases «dominantes» o «hegemónicas» y «secundarias» es fundamental. Porque el principal problema de la revolución es cómo convertir en hegemónica una clase hasta entonces secundaria, que crea en sí misma como una potencial clase dirigente y sea creíble como tal para las demás clases. Aquí radica para Gramsci la importancia del partido -el «Príncipe Moderno»-. Porque completamente aparte de la importancia histórica del desarrollo del partido en general en el período burgués, él reconoce que la clase obrera solo desarrolla su conciencia y trasciende la fase espontánea «económico-corporativa» o sindicalista a través de su movimiento y organización, en su opinión a través del partido (…) Gramsci es profundamente leninista en su idea general del papel del partido, aunque no necesariamente en sus opiniones acerca de lo que debería ser la organización del partido en un momento dado o acerca de la naturaleza de la vida del partido. Sin embargo, en mi opinión, su propuesta de la naturaleza y las funciones de los partidos va mas allá que la de Lenin”.

 

Notas:

[1] ¿Será por esa extraordinaria similitud con la Argentina que su pensamiento aquí es de absoluta vigencia?

[2] Otra extraordinaria similitud con nuestra realidad e historia.

[3] “Cuadernos de la cárcel”

[4] ibid anterior

[5] ibid anterior

Una reescritura de la historia en clave de olvido

-Bordenave es una cobra con cédula –comenta Lomuto en su infatigable asociación libre- pero dice cosas muy ciertas. Esperá, no tomes este que esta muy lavado… –y se agacha para recoger yerba y arreglar el mate-. Es un escéptico profesional y por eso mismo la pega. Como cuando dice que quienes de verdad ganaron esta guerra fueron las Academias Pitman con sus “triunfadores del mañana”. Cuándo dice –se ríe y escupe la primera chupada del nuevo mate- que hay una subcultura exitista que es la contracara de la derrota y esa subcultura ha inficionado a la izquierda, al peronismo, a los tipos que antes predicaban la guerra popular y ahora le chupan los huevos a los radicales, ¿Eh? Subcultura clasemediera, claro, pero eficaz; la que te venden con celofán los Predicadores del Arrepentimiento. O sea: el Che fue un boludo porque lo mataron. Como si no lo hubieran cagado a San Martín, a Bolívar, a tantos.... –Se detiene, otea el horizonte casero, parece olfatear mas que escuchar- Pará que no lo oigo… ¿Que decís, vieja…? Sí, Sergio se queda a comer. ¿Cómo? Sí, ahora me visto y voy (…) –le sonríe a Sergio- Viste como rompe las bolas, ¿no? Mi vieja no es posmodernista. El pueblo es conservador mi estimado, pero por eso rompe todo cuándo no hay mas remedio y deja atrás a los mas bravos (de boquilla) de la zurda. Pero ese es el tema que hay que masticar mi estimado, el tema de la derrota. ¡Qué digerido, ni siquiera lo tenemos masticado!

Sentado en su silla de paja, alargando la mano hacia el mate caliente que le acerca el Pelado Lomuto, Sergio escucha la perorata del amigo y trata inútilmente de meter la cuchara, para acercarlo al tema que le interesa:

-Por eso yo quiero…

Lomuto no lo escucha. Se rasca una picadura de mosquito en el tobillo y sigue hablando:

-Es que todos estos hijos de puta tienen una visión pigmea de la historia. Una visión acorde con sus pequeñas vidas personales. Esos boludos sólo saben interpretar la historia de cámara, no la historia sinfónica, ¿Me seguís? Son cortoplacistas. Y la historia es en cómodas cuotas. Por eso pueden estar con Pol Pot o con Reagan, porque Pol Pot y Reagan son las dos caras de la medalla del pequeño burgués. Y muchos de esos turros que gritaban “liberación” hace diez años, ahora gritan “democracia”, porque en el medio estuvo la derrota del campo popular, que no es su derrota. Porque, mirá bien lo que te digo: Toda esa clase media radicalizada de los sesenta y setentas quería estar en la cresta de la ola y ahora también. Cambiaron de verso, no de posición. La posición es la misma, encaramarse. Así que yo no les admito a ellos que hablen de derrota. La derrota es nuestra, del pueblo y de nuestros muertos. No de los maricones que siempre le sacan el culo a la jeringa, ¿Me explico?.

(Un pasaje de la novela de Miguel Bonasso La memoria en donde ardía – El Juglar Editores, 1990, ISBN 950-9852-31-8, páginas 58, 59 y 60)

--------+--------

José Natanson debe ser uno de los periodistas mas alabados en la blogósfera nac & pop ecuánime. Es más, insospechadamente, hasta algunos blogs de la derecha peronista que tratan malamente de disimular su anti-kirchnerismo militante –originado a mi juicio en viejos rencores no suturados de aquellos años de intensas pasiones en que la Tendencia desafió casi hasta hacer temblar el hegemonismo de la Burocracia- lo rescatan para contraponerlo a la figura de Horacio Verbitsky, que no les cae en gracia –no precisamente porque escriba mal o tire data errónea- porque representa aquello tan odiado. En lo personal, suelo leer con interés sus notas, aunque siempre me hace algo de ruido esa postura constante que asume de equilibrio y distanciamiento, casi hasta el borde de la impostación.

En estos días estuve releyendo una nota dedicada con motivo del primer aniversario del fallecimiento del ex presidente Raúl Alfonsín, donde escribió lo siguiente casi como una separata de la nota principal y que me gustaría desmenuzar un poco. Leemos:

“(…) la reescritura de la historia es un recurso válido y hasta legítimo para defender las posiciones del presente. El kirchnerismo, de hecho, lo hace permanentemente: buena parte de su discurso descansa en la idea de su gestión como una reforma –incluso una gesta– reparadora de los puntos oscuros del pasado, desde los crímenes de la dictadura hasta la entrega neoliberal de los ’90 (en este sentido es interesante poner en cuestión –habrá que hacerlo con más calma en otro momento– el discurso oficial que equipara neoliberalismo con dictadura, cuando en verdad el gobierno autoritario sólo dio los primeros pasos de una reforma neoliberal que se procesó de manera perfectamente democrática; en Argentina, como en todos los países latinoamericanos salvo Chile, el neoliberalismo fue un movimiento popular y no una imposición de los militares)”.

Es un párrafo de extraordinario valor para entender como cierto escamoteo histórico de nuestro pasado reciente prefigura y conceptualiza el presente, descontextualizándolo de su necesario continuum. Es verdad que el gobierno autoritario sólo dio los primeros pasos de una reforma neoliberal si lo pensamos únicamente desde el punto de vista técnico; no haber privatizado las empresas estatales -medida estrella que figura en el ABC del manual del credo- es una muestra. Pero lo que se omite –y no por error- es que la reforma conservadora de los ‘90 no hubiese sido posible sin el cambio radical vía terror y masacre que la dictadura operó sobre la concepción ideológica de la sociedad argentina y su estructura de clases. No fue “un primer paso”, como inocentemente se plantea; por el contrario, podríamos decir sin exageraciones que fue el ground zero sobre el que se reconstituyeron todas las variables políticas y sociales.

Desde el golpe de la Fusiladora del ‘55, el establishment intentó vanamente durante los 18 años de proscripción de las mayorías populares imponer su modelo de país; la tenaz resistencia de los sectores obreros, potenciados a partir de la segunda mitad de la década del 60 al sumárseles amplios sectores radicalizados de la clase media –que hasta allí habían fungido como custodios y propagandistas del santo grial conservador- hizo imposible tamaña misión, no solo porque intentaba atacar una sólida y disciplinada estructura de sindicatos y asociaciones populares que imaginativamente implementaron diversos medios de lucha, sino porque también arremetía contra valores fuertemente instalados en el imaginario colectivo.

El peronismo fundacional –le guste a quien le guste- estableció valores que durante muchos años pasaron a formar parte del imaginario colectivo: Jubilaciones, paritarias, salud pública, pleno empleo, movilidad social y –muy especialmente- educación pública de calidad y al alcance de todos, valor sobre el que muy probablemente se recostaran el resto de las variables. No esta demás recordar que el nombre original de la actual Universidad Tecnológica Nacional era Universidad Obrera, orientada a que justamente los hijos del naciente proletariado industrial recibieran formación técnica profesional y -en el país de entonces con fuerte acento en la industria- de esta manera cumplir el sueño inmigrante, aquello de m’hijo el dotor. Es mas, para garantizar que fuese usada verdaderamente por sectores obreros, no existía el turno mañana y cada alumno debía presentar un certificado donde acreditase que trabajaba en algún lado. Y todo ese imaginario fue necesario destrozarlo a sangre y fuego para que dejase de serlo.

Natanson recurre a la década del ‘90 y al menemismo –verdad que votado masivamente- para asegurar aquello de “en Argentina, como en todos los países latinoamericanos salvo Chile, el neoliberalismo fue un movimiento popular y no una imposición de los militares”; y es un dato innegable de la realidad que fue votado por amplias mayorías, ese curioso maridaje no del todo estudiado entre clases dominantes y sectores pauperizados. Pero ese “movimiento popular” no fue algo espontáneo ni descontextualizado del pasado de terror sobre el que se asentó la recuperación democrática de 1983. No fue impuesto y desarrollado por algún hombre de jinetas, pero estos sí establecieron los límites al que cualquier gobierno democrático desde entonces se tenia que ceñir.

Uno de los debes que se deberían anotar en la cuentas de los organismos de derechos humanos es haber escamoteado lo que había detrás de cada desaparecido o asesinado, en especial –a contrapelo de lo que el común de la gente piensa- que el 60 por ciento de aquellos pertenecieron a la clase obrera –y no a una clase obrera en sí, sino para sí- y no a sectores universitarios y/o de clase media. Comisiones Internas clasistas de grandes fábricas arrasadas por la represión cortaron de raíz toda posibilidad de pensar un modelo de país que excediese el marco de lo meramente reivindicativo, situación que entroncaba perfectamente –y fue funcional a- con la estrategia de la burocracia sindical y sus prebendas. Este faltante de cuadros con conciencia de clase posibilitó en buena manera la mansa entrega de las organizaciones sindicales manejadas por la Burocracia a los designios de sus históricos enemigos, mas allá de resistencias aisladas que no por valiosas se demostraron absolutamente inútiles para detener el vendaval neo-conservador. Para entenderlo mejor, citamos un profético texto de Rodolfo Walsh:

"Nuestras clases dominantes han procurado siempre que los trabajadores no tengan historia, no tengan doctrina, no tengan héroes ni mártires. Cada lucha debe empezar de nuevo, separada de las luchas anteriores, la experiencia colectiva se pierde, las lecciones se olvidan. La historia parece así como propiedad privada cuyos dueños son los dueños de todas las cosas."

Por eso todo el razonamiento de Natanson –al que adhiere buena parte del kirchnerismo cool de la blogósfera y de ahí su “error”- parte de negar que la masacre y sus huellas tanto reales como psicológicas hayan tenido algo que ver con la conformación de la Plaza del Sí y la adopción del credo liberal. Algunos inclusive van mas allá y señalan que el menemismo simplemente acompañó los nuevos vientos de la historia, como si esta no fuese algo dinámico y con actores de carne y hueso que pudiesen torcerla para un lado u otro. Un pueblo exhausto por las híper-inflaciones de fines de los ‘80 y principios del ‘90, formateado en el terror de no cruzar ciertos límites porque el golpe podía estar a la vuelta de la esquina –alimentado por ese tan desgraciado Alfonsín del Felices Pascuas- y, como se dijo a lo largo de este post, con la ausencia forzada de cuadros que dirigieran las luchas contra la restauración de la Argentina primarizada fueron el campo fértil sobre el que se pudo desarrollar ese mal llamado “liberalismo de masas”, es decir, su condición necesaria y excluyente.

Para quien esto escribe, no existen decisiones electorales que sean químicamente puras o que nazcan de un sesudo análisis de pros y contras. Si fuese así, las clases dominadas jamás podrían votar a sus verdugos y daríamos por cierto que existe eso que los horroriza tanto –o lo consideran demodé- llamado conciencia de clase. Y no es el caso.

El mito de convencer a todos



"La victoria sobre el elemento reaccionario está asegurada si se toman
las cosas por la raíz, si se es consciente de su proceso contradictorio.
Si se procede de otra manera, se aboca ineluctablemente a las posiciones
mecanicistas, economicistas y metafísicas;dicho de otro modo, al desastre".

Wilhelm Reich - La psicología de masas del fascismo


La escena es repetida: cualquiera que trabaje en una empresa o sector de la misma donde predominan los wannabe de clase alta, es decir los clase media que sueñan y sueñan con lo que nunca serán, lo sufre todos los días laborales. Es ese sector irreductiblemente inmune a cualquier medida que tome el actual Gobierno Nacional, así sea en su propio beneficio; comentarios racistas ("le van a dar LCD's a los negros"), burlas generales a la Presidente, de todo tipo ("ja, ¿viste como la gastó Obama en la última cumbre del G-20?, la boluda se creyó que era en serio"), comentarios apocalípticos sin ningún argumento anclado en la realidad ("esto se va todo a la mierda") y una larga lista de etcéteras.

Se torna prácticamente imposible entablar un diálogo medianamente coherente, ni aún con paciencia y buena voluntad, mostrando cifras como la relación entre deuda y PBI por citar una sola. Ávidos lectores de tapas de diarios y solapas de libros, creen poseer un saber superior que uno, pobre tonto en el mejor de los casos o sospechoso de recibir alguna prebenda oficial en el peor, no podrá jamás alcanzar. Preocupadísimos por la falta en el mercado de teléfonos móviles BlackBerry, generan escenas dignas de una película de Buñuel como la que me tocó presenciar dias pasados: Una compañera se compró un móvil Samsung de los que se están ensamblando en Tierra del Fuego y al segundo día de uso no le andaba la radio; el muchachito que hace como que se encarga del mantenimiento de la red en la empresa, después de mirarlo y toquetearlo un poco le dijo sonriendo irónicamente "Vas a tener que llevarlo al service, es un teléfono trucho de estos que hace Cristina, ja" (sic). Y no era ningún problema para service: Está programado en Java, así que reseteando la aplicación todo volvió a la normalidad en segundos (lo mismo puede pasar con un móvil fabricado en Holanda, EEUU, Corea o Marte). Hablados por los grandes medios de la derecha, estos aldoriquistas de nuevo cuño han desterrado para siempre la palabra duda de su diccionario personal.

Sin embargo en cierto sector del universo nac & pop, seguidista hasta la exasperación, ha prendido el concepto contrafáctico -nunca refrendado por la historia- de que por alguna magia extraña es posible convencer a todos de ir en determinada dirección, por lo que no habría que "confrontar" desestimando insensatamente de un plumazo que en toda sociedad capitalista las tensiones y confrontaciones son parte constitutiva de la misma. En la misma linea podríamos citar el risible "todos tenemos que ser de clase media" como he leído de cierto reputado bloguero, como si en una sociedad de clases eso fuese posible. Hay un porcentaje no desdeñable de nuestra sociedad -de cualquier sociedad- que jamás verá con buenos ojos o al menos con cierta indulgencia todo proceso que conlleve mejoras para los más desposeídos y esto llega al paroxismo hasta de criticar beneficios para si mismos, como el subsidio al transporte público que utilizan o a los servicios de luz y gas. Irónicamente serán los primeros en protestar e insultar si el Gobierno Nacional decidiera quitarlos. En este sentido y paradójicamente creen, al igual que los trotskistas, que el economicismo rige de forma inexorable y determinante los comportamientos de cada ser humano.

Argentina jamás tendrá una "Comunidad Organizada". El propio Perón lo pudo experimentar en carne propia una vez que la reacción pudo organizarse para sacarse a la negrada de encima. Y con un país que tenía por entonces los más altos índices de ocupación, bienestar general, seguridad y movilidad social.


“Cuando el dedo señala a la Luna, los tontos miran el dedo”
consigna del Mayo Francés

 

La red de microblogging Twitter ofrece en ocasiones interesantes debates a pesar de su natural limitación de condensar ideas en apenas 140 caracteres. Interesantes en el sentido que muestra en crudo (¿lo que en verdad se cree?) ciertas líneas de pensamiento potenciadas por la necesidad de “ganar” la discusión. No importan los protagonistas del ejemplo de hoy en tanto nombres propios sino como cierto sector de la militancia del kirchnerismo de eventos navega entre el seguidismo acrítico y la mentira lisa y llana. Mas aún, si se lee con atención van a observar que directamente se cuestionan decisiones surgidas desde la propia presidenta Cristina Fernández, y cuya génesis fueron ideadas por el ex presidente Néstor Kirchner, pero en un increíble acto de delegación proyectiva se hace responsable al adversario.

No deja de llamar la atención que debe ser el primer caso en la historia mundial donde la conducción de un proceso político se pone a la izquierda de sus militantes. Mientras la Asignación Universal por Hijo no fue impulsada por el Poder Ejecutivo, nunca desde los ámbitos juveniles del FpV hubo alguna propuesta al respecto; eso sí, una vez que la Conducción lo decidió se abrazaron a la misma como si hubieses sido los impulsores. Lo mismo podríamos decir de la Ley de Matrimonio Igualitario. Pero esta juventud kichnerista, tan especial y heterogénea, que por su naturaleza etaria debería ser el ala dinámica del proceso, solo se limita a hacer seguidismo con lo que baja desde la conducción; jamás han impulsado una agenda propia.

Otro rasgo distintivo de este sector es su composición de clase y sus antecedente políticos, lo que explica muchas de sus actitudes. Algunos ex ARI-CC hasta hace un par de años atrás ahora dan clases de ortodoxia peronista con el típico fervor de los conversos; muchachitos criados en hogares de clase media / media alta, con todos sus privilegios (a los que por supuesto no renunciarían ni aunque vengan degollando) tratan a otros de “progres” como insulto, es decir, aquellos que no caminan por “el barro de los andurriales”, cuando su máxima militancia es asistir a alguna Creamfields trucha en el Planetario con la presencia del ministro de economía o hablar de los obreros sin mezclarse ni conocer a ninguno. Este fenómeno, que llamaremos culpa de clase, implica proyectar su propia naturaleza progre en los otros. Eso si, como “creen” interpretar al pueblo -al que no conocen ni en fotos- no dejan de mirar por tv programas idiotizantes y con mensajes sexistas y/o xenófobos (como los de Tinelli y Susana “El Que Mata Tiene Que Morir” Giménez) porque “el pueblo los ve” o glorificar ciertas músicas de las que jamás se comprarían un CD. Sí habría que reconocerles a algunos de ellos una originalidad, que es haber inventado la versión 2 de la Ley de Godwin, donde han reemplazado a Hitler por “progre” (ese espejo tan temido).

Vamos a extractar ciertos párrafos vertidos por la neo ortodoxa militante del FpV y contrastarlos con la realidad:

 

angiedeeeeeok @juvedemoron Sabatella hoy se cuelga de CFK como en 1999 se colgó de De la Rúa. El EDE en Morón es La Alianza. @MartinMarinucci

Dos falacias en una frase: La colectora del EDE, llamada lista de adhesión por importantes dirigentes del FpV, fué impulsada por la propia Cristina Fernández -nadie se “cuelga” si el otro no quiere, de Perogrullo- y a contramano de los deseos de muchos intendentes de conurbano, en especial los de la Primera Sección Electoral, como el inefable Raúl Othacehé. Lo mismo vale cuando se menciona la alianza UCR-Frepaso de 1999, cuándo lo que hoy se conoce como Encuentro por la Democracia y la Equidad ni siquiera existía como tal; es curioso que los acuerdos  electorales sean catalogados de “colgarse”. (Aclaración: el Martín Marinucci mencionado en el párrafo es el actual candidato a intendente del Municipio de Morón por el FpV). Ni hablar del rumbo que ha tomado el EDE con su firma defensa del Gobierno Nacional, aún en los momentos más algidos como durante el intento de golpe de estado de las patronales agro-financieras a raíz de la resolución 125, mientras otros “compañeros” peronistas votaron en contra y se fueron del bloque del FpV, pensando en una rápida caída en desgracia del gobierno y otros ya querían ir a buscar cobijo bajo el ala de Reutemann, como el inefable encuestador Artemio López.

angiedeeeeeok @juvedemoron En las legislativas de 2009 por un 6% miserable Sabatella traicionó a Néstor y le hizo el juego a De Narvaez @MartinMarinucci

Esto si ya entra en el terreno de la ficción pura (no es la primera vez que lo leo; es compartido por varios integrantes del mismo colectivo eventero). El propio Néstor Kirchner se encargó de desmentirlo pero como su figura no puede ser atacada a riesgo de morderse la cola se deposita en el Otro las causas de la desgracia propia. Y curioso eso de calificar de miserable 6% a un partido que recién se lanzó a la lid provincial por primera vez hace 2 años atrás (el PJ tiene 66 años de vida); no tan curioso en realidad porque es habitual leer a estos niñitos hablando de “losers” o “winners”, que uno pensaría que es un discurso de la derecha, no de un partido que se arroga a si mismo la representación de los humildes, es decir de los “perdedores”.

angiedeeeeeok @juvedemoron Chicos, chicos ¿saben una cosa? Ustedes que desprecian al PJ van colgados de la lista de una PRESIDENTA PERONISTA por una banca

Amén de insistir con el argumento ya rebatido en el inicio del post, se introduce aquí otro elemento muy caro a los sentimientos de esta extraña neo-ortodoxia juvenil (a veces me pregunto que poco les falta a algunos para reivindicar a personajes como Osinde o el Momo Venegas): “El EDE desprecia al PJ”. No solo es un error sino que roza lo malintencionado. Las incontadas visitas de Néstor y Cristina al distrito de Morón, más gestos elocuentes me eximen de mayores comentarios, salvo que se piense que la propia presidenta sea anti PJ y por eso impulsa una lista de adhesión que la odia. Tanto se desprecia al PJ que se dice esto, por ejemplo: "Sin el PJ no se puede avanzar, pero sólo con el PJ no basta"

angiedeeeeeok @juvedemoron El peronismo resistió la persecución, las masacres, las desapariciones mientras uds. criticaban en un café. @MartinMarinucci

La verdad, es difícil imaginarse a Martín Sabbatella -que en los años de plomo era un niño de 6 años- sentado en un café criticando vaya uno a saber qué. Ni Fellini podría haber imaginado una escena como la descripta. Y eso que el peronismo (dicho así, en conjunto) sufrió masacres y desapariciones no se ajusta a la verdad: La izquierda peronista fue la diezmada, inclusive antes del golpe y a manos de de orgas de la derecha peronista, como las patotas de la Jotaperra, la CNU, CdO y otras siglas perversas alentadas desde la revista “El Caudillo”. No por casualidad muchos de estos lúmpenes terminaron integrando los Grupos de Tareas de la dictadura procesista.

angiedeeeeeok @juvedemoron @MartinMarinucci Los .detenidos desaparecidos fueron peronistas, sindicalistas, guevaristas y defensores de los DDHH.

Completando lo anterior, no creo que peronistas como Duhalde, Venegas, Cavallieri, Lezcano (y siguen las firmas) consideren compañeros a un Paco Urondo o a un Julio Iván Roqué, (ni estos últimos tampoco a los primeros) por poner apenas dos ejemplos. Cuando menciona a sindicalistas desaparecidos, el único de la derecha peronista que puedo recordar es Oscar Smith, de Luz y Fuerza; el resto eran clasistas y/o integrantes de la Juventud Trabajadora Peronista, controlada por Montoneros. Y en un olvido no casual, no nombra a los maoístas de Vanguardia Comunista, a simples catequistas como la hija de Emilio Fermín Mignone e inclusive militantes troskystas, como Elisabeth Käsemann

angiedeeeeeok @juvedemoron Sabatella viene del PC. Fue dirigente de la Fede. El PC reivindicaba a Videla. #Hechos

Es verdad que el PC argentino se abstenía de condenar a la dictadura (lo que no le evitaba sufrir también la persecución, desaparición y asesinato de sus militantes, como el negrito Floreal Avellaneda, cuyo cuerpo apareció en las costas uruguayas con signos de muerte por empalamiento) por su insensato alineamiento con las necesidades del PCUS, que tanto le costó en términos de representación política durante toda su vida. También sería justo con la Historia y la verdad que esta muchacha recordara que la Liga Argentina por los Derechos del Hombre (organismo impulsado por el PCA) fue de los primeros en denunciar las atrocidades cometidas por los carniceros de uniforme y cuyos valientes abogados presentaban hábeas corpus cuando ese acto solía ser un pasaporte al infierno de los chupaderos. Y también es cierto que Sabbatella fue dirigente de la FJC… pero no a los 6 años; trasladar taras y errores de dirigentes de los partidos a otras generaciones nos podría llevar al absurdo de suponer que todos los que hoy militan en el peronismo son menemistas y están de acuerdo con los indultos a los genocidas.

angiedeeeeeok @juvedemoron @Mati_Galarce Te dejo la fotito de Martín 1999. #LaMelena http://t.co/rPQo8dO8

Muy extraño esto de tratar de descalificar con una foto que políticamente no dice nada en la actualidad. Es el mismo recurso que utiliza la izquierda vulgar cuando, en su intento de desprestigiar a Néstor Kirchner, muestran fotos donde se lo ve junto al ex presidente peronista Carlos Menem.

angiedeeeeeok @juvedemoron Ustedes atacan al compañero Daniel Scioli pero de De Narvaez  ni una palabra no? @Mati_Galarce

Otra mentira más: Ver acá, acá, acá, acá, acá y acá (hay muchos mas links). No hay peor ciego…

angiedeeeeeok @juvedemoron El compañero @danielscioli es el más leal de los compañeros al proyecto de @CFKArgentina cc @Mati_Galarce

¿Scioli leal al proyecto? Si, tan leal que la presidenta le impuso el candidato a vicegobernador, el respetado militante e impulsor inquebrantable de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual Gabriel Mariotto. Y su política represiva y de devolverle toda la autoridad y la autonomía a los porongas de la Policía Bonaerense se da de patadas con la que impulsa la ministra Nilda Garré desde el Gobierno Nacional. Mientras este último hizo de la no represión de la protesta social una bandera, el gobernador Scioli ante el primer conflicto de envergadura -como el de la empresa Kraft- mandó a su policía a reprimir salvajemente a los trabajadores que solo reclamaban por sus derechos. Criminaliza la pobreza, como en José León Suárez, donde cayeron bajo las balas de plomo de los Patas Negras Mauricio Ramos, de 17 años y Franco Alarcón, de 16, por el gravísimo delito de querer alimentarse. Mientras las puertas de la Casa Rosada fueron abiertas desde el primer día del gobierno de Néstor Kirchner para las Madres de Plaza de Mayo y los organismos de DDHH, el ex penitenciario Casal -actual secretario de (in) seguridad de la PBA- denostaba a los mismos, con dichos mentirosos de los que tuvo que retractarse. Es recordado aún, siendo vicepresidente del Dr. Kirchner en el año 2003, que se opuso a la derogación de las leyes de Obediencia Debida y Punto Final con un súbito respeto parlamentarista (que no exhibió cuando fue integrante del gobierno de Menem) diciendo: “En un país en serio el Congreso no anula sus leyes”, lo que le valió ser puesto en la congeladora por unos cuantos meses por parte del Presidente. Y mas cercano en el tiempo, el reto público que nuestro querido Néstor le propinó -sin obtener respuesta del “leal al proyecto”-: "No tenga miedo gobernador Scioli, diga quién le ata las manos". Y podría seguir nombrando tantas cosas que pondría en serio entredicho la lealtad del menemista reciclado habitué de la Embajada del Imperio.

 

Estimado lector, estos fueron algunos pequeños comentarios; la lectura completa de esta charla no tiene desperdicio. Mientras la derecha realmente existente, el complejo mediático-financiero + UIA + AEA + las patronales del campo siguen afilando las hachas de guerra, por ahora en silencio abrumados por el aluvión de votos de las PASO (que será ratificado el próximo domingo) otros se dedican suicida y tontamente a atacar a los que acompañamos con dichos y hechos a este proyecto.

 

Nota: Si el widget con el diz-que debate en Twitter no se ve bien, ir a este enlace

El negro doméstico

Margarita Barrientos lamiendo la mano del Amo

Leemos:

Reconocen a Margarita Barrientos como ciudadana ilustre porteña

La mujer, impulsora del comedor comunitario "Los Piletones" y de una fundación que lleva su nombre, recibirá hoy el diploma de Ciudadana Ilustre de Buenos Aires. En 1997 había sido distinguida como "Vecina ejemplar de la Ciudad"
El reconocimiento se concretará, a las 10, en el Salón Dorado de la Legislatura porteña y fue promovido por diputados de los bloques PRO y UCR.

Barrientos creó, en octubre de 1996, el comedor comunitario "Los Piletones" en el barrio de Villa Soldati, en el que cada día 1.600 personas reciben el desayuno, el almuerzo y la cena. Por su parte, la Fundación a su nombre coordina un centro de salud, una guardería para niños de1 a 5 años e edad, una farmacia y una biblioteca, entre otros servicios.

 

-------------------------------+-----------------------------------

 

Había dos clases de esclavos: el negro doméstico y el negro del campo. Los negros domésticos vivían en la casa del amo, vestían bastante bien, comían bien porque comían de su comida. las sobras que él dejaba. Vivían en el sótano o en el desván, pero vivían cerca del amo y querían al amo más de lo que el amo se quería a sí mismo. Daban la vida por salvar la casa del amo, y más prestos que el propio amo. Si el amo decía “Buena casa la nuestra”, el negro doméstico decía: “Sí, buena casa la nuestra”. Cada vez que el amo decía “nosotros “, él decía “nosotros”. Así puedes identificar al negro doméstico. Si la casa del amo se incendiaba, el negro doméstico luchaba con más denuedo que el propio amo por apagar el fuego. Si el amo se enfermaba, el negro doméstico le decía: “¿Qué pasa, amo? ¿Estamos enfermos?”.

¡Estamos enfermos! Se identificaba con el amo más de lo que el propio amo se identificaba consigo mismo. Y si tú le decías al negro doméstico: “Vamos a escaparnos”, el negro doméstico te miraba y te decía: “Hombre, estás loco, ¿qué es eso de separarnos (del blanco)?, ¿dónde hay mejor casa que ésta?, ¿dónde voy a encontrar mejor ropa que ésta?, ¿dónde puedo comer mejor comida que ésta?” Ese era el negro doméstico. (…) Este negro doméstico moderno quiere a su amo. Quiere vivir cerca de él. Está dispuesto a pagar tres veces el precio verdadero de una casa con tal de vivir cerca de su amo. Para luego alardear. “Yo soy el único negro aquí. Soy el único en mi trabajo. Soy el único en esta escuela”, ¡No eres más que un negro doméstico! Y si viene alguien ahora mismo y te dice. “Vamos a separarnos”, le dices lo mismo que decía el negro doméstico en la plantación: “¿Qué es eso de separarnos? “¿De Estados Unidos, de este hombre blanco tan bueno?, ¿dónde vas a conseguir mejor trabajo que el de aquí?” Eso es lo que dices, ¿ no es cierto? “No dejé nada en África”, eso es lo que dices. ¡Sí, dejaste los sesos en África, hombre!

En esa misma plantación estaba el negro que laboraba los campos. Los negros del campo. Ellos eran las masas. Siempre había más negros en los campos que en la casa. El negro del campo vivía en un infierno, comía sobras. En la casa del amo se comía carne de puerco de la buena. Al negro del campo no le tocaba más que lo que sobraba de los intestinos del puerco. Hoy en día eso se llama “menudillos “. En aquellos tiempos lo llamaban por su nombre: ‘tripas’. Eso es lo que eres: “come tripas”. Y algunos de ustedes todavía son come tripas.

Al negro del campo lo apaleaban desde la mañana hasta la noche; vivía en una choza, en una casucha, usaba ropa vieja de desecho. Odiaba al amo. Digo que odiaba al amo. Era inteligente. El negro doméstico quería al amo. Pero aquél negro del campo recuerden que era la mayoría y odiaba al amo. Si ibas con el negro del campo y le decías: “Vamos a escaparnos, vámonos de aquí”, él no preguntaba: “¿Adónde vamos?” sólo decía: “Cualquier lugar es mejor que este”.

Igual que el amo de aquellos tiempos usaba a Tom -al negro doméstico- para mantener a raya a los negros del campo, el mismo viejo amo tiene hoy a negros que son mas que tíos Tom modernos, tíos Tom del siglo XX, para mantenernos a raya a ti y a mí, para tenernos controlados, mantenernos pasivos, pacíficos, no violentos.


Malcom X
discurso en Detroit, 10/11/1963

 

Foto: Infobae

Hasta siempre Comandante

Habana - Año de la Agricultura

Fidel:

Me recuerdo en esta hora de muchas cosas, de cuando te conocí en casa de María Antonia, de cuando me propusiste venir, de toda la tensión de los preparativos. Un día pasaron preguntando a quién se debía avisar en caso de muerte y la posibilidad real del hecho nos golpeó a todos. Después supimos que era cierto, que en una revolución se triunfa o se muere (si es verdadera). Muchos compañeros quedaron a lo largo del camino hacia la victoria.

Hoy todo tiene un tono menos dramático porque somos más maduros, pero el hecho se repite. Siento que he cumplido la parte de mi deber que me ataba a la Revolución cubana en su territorio y me despido de ti, de los compañeros, de tu pueblo que ya es mío. Hago formal renuncia de mis cargos en la Dirección del Partido, de mi puesto de Ministro, de mi grado de Comandante, de mi condición de cubano. Nada legal me ata a Cuba, sólo lazos de otra clase que no se pueden romper como los nombramientos.

Haciendo un recuento de mi vida pasada creo haber trabajado con suficiente honradez y dedicación para consolidar el triunfo revolucionario. Mi única falta de alguna gravedad es no haber confiado más en ti desde los primeros momentos de la Sierra Maestra y no haber comprendido con suficiente celeridad tus cualidades de conductor y de revolucionario. He vivido días magníficos y sentí a tu lado el orgullo de pertenecer a nuestro pueblo en los días luminosos y tristes de la Crisis del Caribe.

Pocas veces brilló más alto un estadista que en esos días, me enorgullezco también de haberte seguido sin vacilaciones, identificado con tu manera de pensar y de ver y apreciar los peligros y los principios. Otras tierras del mundo reclaman el concurso de mis modestos esfuerzos. Yo puedo hacer lo que te está negado por tu responsabilidad al frente de Cuba y llegó la hora de separarnos.

Sépase que lo hago con una mezcla de alegría y dolor, aquí dejo lo más puro de mis esperanzas de constructor y lo más querido entre mis seres queridos... y dejo un pueblo que me admitió como un hijo; eso lacera una parte de mi espíritu. En los nuevos campos de batalla llevaré la fe que me inculcaste, el espíritu revolucionario de mi pueblo, la sensación de cumplir con el más sagrado de los deberes; luchar contra el imperialismo dondequiera que esté; esto reconforta y cura con creces cualquier desgarradura.

Digo una vez más que libero a Cuba de cualquier responsabilidad, salvo la que emane de su ejemplo. Que si me llega la hora definitiva bajo otros cielos, mi último pensamiento será para este pueblo y especialmente para ti. Que te doy las gracias por tus enseñanzas y tu ejemplo al que trataré de ser fiel hasta las últimas consecuencias de mis actos. Que he estado identificado siempre con la política exterior de nuestra Revolución y lo sigo estando. Que en dondequiera que me pare sentiré la responsabilidad de ser revolucionario cubano, y como tal actuaré. Que no dejo a mis hijos y mi mujer nada material y no me apena: me alegra que así sea. Que no pido nada para ellos pues el Estado les dará lo suficiente para vivir y educarse.

Tendría muchas cosas que decirte a ti y a nuestro pueblo, pero siento que son innecesarias, las palabras no pueden expresar lo que yo quisiera, y no vale la pena emborronar cuartillas.

Hasta la victoria siempre, ¡Patria o Muerte!
Te abraza con todo fervor revolucionario,

Che

La plusvalía no existe

Leo con frecuencia en ciertos blogs a comentaristas de derecha –del signo que sea, también la peronista que lucha contra la sinarquía internacional- diciendo que ese asunto que hay naciones ricas gracias a que otras son pobres es una falacia de la izquierda trasnochada, que en realidad las naciones pobres lo son por una especie de código genético de sus habitantes que los hace ser vagos, malentretenidos y toda la sarta de argumentos racistas y cipayos a los que nos tienen acostumbrados, disimulados apenas por términos como “eficientismo” y “productividad”. Hace un tiempo atrás, el escritor Marcos Aguinis –integrante del grupo diz-que-intelectual Aurora- incluso ha llegado a expresar con argumentos dignos de un infante que “la plusvalía no existe”.

La empresa Apple lanzó el año pasado al mercado uno de esos chiches tecnológicos que hacen babear a ciertas clases medias con que su posesión les hará la vida mucho mas feliz y plena: el iPad, un lector de libros electrónicos, pero parece que detrás del mismo se esconde una historia siniestra, una más a la que el capitalismo nos tiene acostumbrados desde el inicio de los tiempos. Así lo describe el diario británico The Independent:

the_independent.750

Bajo un título ingenioso –”Un producto para morirse por el”- que podría ser tranquilamente una frase del departamento de marketing de Apple y expresa lo que sienten ciertas personas ante estos lanzamientos de la tecnología y sus ganas irrefrenables de poseerlo, acertadamente el diario inglés le agrega un signo de interrogación. Y luego muestra dos fotos, una del iPad y otra de uno de los obreros de la empresa taiwanesa Foxconn, fabricante del producto y con plantas industriales en China; el epígrafe de cada foto es el siguiente:

  • iPad: “Este es el iPad, el producto de consumo más ansiosamente esperado del año, disponible en el Reino Unido a partir de mañana”.
  • Obrero: “Este es Ma Xiangqian, llevado al suicidio, la última víctima de las inhumanas condiciones en las fábricas de electrónicos en Asia”.

La historia es así: el gigante de la electrónica Foxconn, parte de la Taiwan's Hon Hai Precision Industry Company, que emplea a mas de 800.000 personas (el mayor fabricante de electrónicos OEM de mundo) y produce motherboards, celulares y todo tipo de aparatos, como el iPad, para empresas de la talla de Apple, Nokia y Hewlett Packard entre otras, en los últimos 5 meses ha tenido entre su personal 13 intentos de suicidio, de los cuales 10 fueron efectivos, el último de ellos particularmente dramático como el de Ma Xiangqian, que se arrojó al vacío desde el séptimo piso de su dormitorio en la empresa (sí, viven dentro de la empresa, como en los tiempos de la Revolución Industrial y la máquina de vapor, cuándo el obrero dormía al lado de la misma). Según todos los testimonios, esto se debe tanto a las terribles condiciones de trabajo y bajos salarios como a la presión que los directivos de la empresa ejercen sobre los trabajadores para que cada día produzcan mas. Por supuesto, tanto Steve Jobs –CEO de Apple, tan canchero y cool con sus jeans y su barba descuidada- como las autoridades de HP han manifestado su (hipócrita) preocupación por el tema, pero ninguna de ellas ha cancelado sus pedidos a Foxconn. Business are Business, boy. Por su parte, las caritativas autoridades del gigante asiático están estudiando un aumento de salarios para motivar a sus trabajadores y también ha contratado a 2.000 cantantes, bailarines y profesores de gimnasia (!) para distraer al personal. Como la diversión no quita lo práctico, están colocando rejas en cada ventana para impedir los suicidios en el futuro.

Como si lo mencionado anteriormente ya no fuese un macabro grotesco per se, la empresa -en otra abominable vuelta de tuerca- anunció que dejará de pagar compensaciones a los familiares de los trabajadores que se quiten la vida. La decisión fue tomada después que sus directivos opinaran que “algunos de los empleados que se han suicidado lo hicieron para que sus familias cobraran una indemnización” (sic), según informó la agencia oficial de noticias Xinhua. El salario promedio de cada trabajador es de 100 euros al mes, que incluye jornadas de 15 horas diarias, seis días a la semana y, como ya se mencionó, vivir dentro de la propia fábrica. El precio de un iPad de la gama más baja en cualquier tienda europea ronda los 500 euros, es decir, la venta de uno solo de estos aparatos representa el salario de cinco meses de un obrero-esclavo de Foxconn (seguro de suicidio incluido).

¿Se entiende ahora lo que significa el termino plusvalía y de su existencia como condición necesaria para el proceso de acumulación capitalista?

 

Imagen: The Independent

Un recuerdo en el Día del Maestro: Bravo, Alfredo

El fallo de la Cámara Federal que condenó al almirante Horacio Zaratiegui a un año de prisión y al pago de cien millones de australes por daño moral al profesor Alfredo Bravo, secuestrado y torturado durante la dictadura militar, llega con cinco años de retraso, que mortificaron al Presidente de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos. Zaratiegui, con la intención de ayudar a los ex comandantes juzgados en 1985 y desacreditar los testimonios en su contra, afirmó que Emilio Massera había intercedido por la libertad de Bravo y le había concedido a él y a su esposa empleos en el Ministerio de Bienestar Social. Esa manifestación, dice el voto del camarista Mario Gustavo Costa, al que adhirió su colega Horacio Cattani, “no resiste el menor análisis”. Añade que Bravo había obtenido por concurso un cargo como inspector de Recaudación Previsional, antes de su secuestro, del que fue cesanteado por el gobierno de Massera, y que su esposa, con 25 años de antigüedad como maestra, había ganado por concurso la vice dirección de una escuela, antes incluso del golpe militar.

Costa agrega que Zaratiegui aseveró voluntariamente hechos falsos. “Bravo mantuvo durante esos años una publica actitud de critica a los actos del gobierno militar, en particular a través de sucesos vinculados a docentes y problemas educativos, circunstancia que le valió largos meses de detención. Todo ello torna ciertamente improbable la suerte de traición a sus convicciones y actos públicos que le achacó el querellado, sin hablar de lo inverosímil que resultaría el intento de conciliar en el plano de las políticas educativas las orquestadas por el Proceso y las que Bravo defendía, puesto que la pretendida colaboración se habría prestado en esa materia”. Según la Cámara, “no caben dudas respecto del detrimento en la honra y prestigio de una persona comprometida por ideales como los perseguidos por el Profesor Bravo que irrogan afirmaciones falsas sobre su actuación, máxime cuando se las relaciona con los momentos aciagos para la vida nacional en que se habrían producido esas conductas”.

Alfredo Bravo lloró al conocer la sentencia. “Son pavadas de un viejo socialista, que no tiene otro bien que su conducta de toda una vida”, se disculpa. La defensa de la honra y el buen nombre de cada uno sólo puede parecer una pavada en el clima descompuesto de una sociedad en la que un secretarios de Estad pretendió que no podía existir un denunciado cohecho porque el negocio era por menos de medio millón de dólares.
Los dos jueces de la Cámara que condenaron a Zaratiegui son de origen peronista. Costa, además, tuvo una larga militancia nacionalista, de estrella federal y reverencia a Don Juan Manuel. Su reconocimiento a la trayectoria ética del socialista Bravo es un símbolo auspicioso para la lenta, dolorosa y a menudo exasperante construcción de un sistema democrático en la Argentina.

Horacio Vervitsky, 14 de Marzo de 1991
del libro “Hemisferio Derecho”
1998 © Editorial Planeta

Las bellas almas del ¿progresismo?

Leemos que algunos artistas sensibles de la Madre Patria, entre los que se cuentan los cantantes Ana Belén y Víctor Manuel (foto) han firmado un manifiesto que esta circulando por Internet para exigir la liberación inmediata e incondicional de los presos políticos del régimen (sic) cubano, a raíz del fallecimiento de Orlando Zapata Tamayo en prisión mientras realizaba una huelga de hambre. Este hombre, que fue presentado por la prensa dominante como un mártir de la disidencia política en la isla, no era más que un pobre delincuente común que fue a prisión justamente por eso, no por sus ideas. A pesar de lo antedicho, no esta demás repensar desde el campo de la izquierda el porqué las cosas se dejaron llegar a este punto, como bien expresa esta nota de Joseba Macías en Kaos en la Red, un sitio absolutamente alejado de las ideas del Imperio.

Por supuesto, ahora que las revoluciones no están de moda en el mundo y los socialistas españoles solo tienen de izquierda el nombre del partido, salen estas bellísimas y perfumadas almitas, tan preocupadas con lo que pasa en Cuba -que con su sola presencia y resistencia a 52 años de agresión imperial les refriega en la cara que otro mundo es posible, ese mismo mundo por el que se babeaban años atrás, antes del Euro y la OTAN- y tan ciegas a los estropicios que comete su gobierno tanto dentro de su país (con más de 700 presos de la izquierda abertzale inconstitucionalmente dispersos por toda la geografía del Reino, de los cuáles una ínfima parte han pertenecido a la ETA), como en el exterior, con la presencia de soldados españoles en la invasión imperialista a Irak y muy especialmente -porque nos toca de cerca- participando en el intento de golpe de estado contra el Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Hugo Chávez, amén de la permanente campaña de mentiras y hostigamiento que sufre por parte de la prensa española, con especial énfasis del diario El País, tan ex-progresista como los amigos que motivan este post. Y no nos podemos olvidar que estas bellas personas no han dicho esta boca es mía cuando se destapó la historia de la Triple A española, los GAL, creada en las sombras por el muy socialista gobierno de Felipe González (el Señor X de los expedientes) para “combatir” al terrorismo de ETA.

¡Que tiempos aquellos Anita, cuándo justificabas y aplaudías cada una de las medidas del gobierno de la Revolución! (incluidos los fusilamientos de los terroristas de la gusanería). Claro, ahora defender a Cuba no paga bien dentro de tu país ni tampoco la isla está en condiciones de sostener el turismo de los diletantes revolucionarios como antes. Pobre Willy Toledo, actor español que esta siendo linchado mediáticamente por sostener ideas contrarias al consenso dominante, sin que tu voz ni la de tu marido se haya levantado en su defensa. Pobre Antonio Machado cuando escribía aquello de la otra España, la de la rabia y de la idea; parece que solo ha quedado la España de la charanga y la pandereta, entusiastamente sostenida por los amigos del PSOE, que curiosamente deben verse a si mismos como progresistas aumentando el IVA, subiendo el tope de la edad jubilatoria, recortando gastos de la seguridad social y limpiándole el camino al poder al derechista Partido Popular.

Mientras más conozco a cierta diz-que-izquierda europea, mas aprecio al turbulento populismo argentino.

"Si nosotros nos revelamos incapaces de alcanzar una cohabitación
y acuerdos con los árabes, entonces no habremos aprendido
estrictamente nada durante nuestros dos mil años de sufrimientos y
mereceremos todo lo que llegue a sucedernos."

Albert Einstein, carta a Weismann, 1929.

 

¿Recuerdan cuando hace dos mil años los judíos palestinos, nuestros antepasados en Massada sitiada, enfrentaron las legiones del Imperio romano y se suicidaron en masa para no rendirse? ¿Recuerdan la rebelión popular y nacional de nuestros macabeos contra la invasión romana, cuando murieron decenas de miles de judíos y se acabó la resistencia judía en Palestina y nos dispersamos otra vez por el mundo? ¿No piensan que esa misma dignidad extrema que nuestros antepasados tuvieron, de la que quizá ya no seamos dignos, es la que lleva a la resistencia de los palestinos que ocupan en el presente el lugar que antes, hace casi dos mil años, ocupamos nosotros como judíos? ¿No se inscribe en cambio esta masacre cometida por el Estado de Israel en la estela de la "solución final" occidental y cristiana de la cuestión judía?. ¿Han perdido la memoria los judíos israelíes? No: sucede que se han convertido en neoliberales y se han cristianizado como sus perseguidores europeos, que, luego de exterminarlos, empujaron a los que quedaron vivos para que se fueran a vivir a Palestina con el terror del exterminio a cuestas.

El meollo de la actual tragedia está en la Shoá. Si la memoria de su pasado define el sentido histórico que marcó el "destino" del pueblo judío, donde se van hilando las cuentas de nuestro derrotero, y si el acto final en el que culmina ese destino convoca a los judíos israelíes a aniquilar la resistencia de otros pueblos inocentes, algo del sentido histórico ha desaparecido de la memoria de los israelíes. ¿Puede ser invocada la Shoá sin ser infieles a los desaparecidos, cuando al mismo tiempo el sentido completo de ese acontecimiento monstruoso ha quedado oscurecido? ¿Cómo podríamos "hacer memoria" si la construimos con los únicos recuerdos de nuestro pasado que los culpables europeos del genocidio nos autorizan? Es cierto: si los israelíes recuerdan todo, pierden a sus aliados. Porque la memoria de la Shoá que llevó al retorno a una tierra perdida hace mucho tiempo tendría que volver a ser pensada.

Lo primero a recordar: nuestros perseguidores históricos no fueron ni son los palestinos. Nuestros perseguidores estaban y siguen estando en las naciones de cultura europea que nos expulsaron y masacraron, y sin embargo son ellos los que siguen marcando el destino de todos nosotros, sobre todo de los judíos israelíes. ¿Será por eso que se busca olvidar a los verdaderos culpables de la Shoá? Los israelíes ya no se preguntan por el pasado bimilenario judío. Nunca los judíos, salvo excepciones, acusan del exterminio judío a la religión cristiana y a la economía capitalista que produjeron necesariamente la Shoá, como la conclusión de un silogismo que se venía desarrollando en Europa cristiana desde su mismo origen, como si el nazismo hubiera sido sólo un accidente sin antecedente en la historia europea y todo comenzara con Hitler. ¿No será que luego de la Shoá ustedes, los descendientes de los judíos europeos asimilados, se aliaron luego con los exterminadores en un pacto oscuro que el terror dictaba, y volvieron ahora todos, de cierta manera, a ser judeo–cristianos? Porque seamos honestos: el Tercer Reich se ha prolongado en el 4º Reich del Imperio norteamericano.

Es claro: prefieren no saberlo porque el Estado de Israel está –nosotros los judíos latinoamericanos sí lo sabemos– al servicio del poder cristiano–imperial de los EE.UU. ¿O van a creerse que los EE.UU. y Europa combatieron al nazismo para salvar a los judíos? ¿Por qué ahora habrían de seguir persiguiéndolos si mantienen lo que tienen de judíos congelado sólo en lo arcaico religioso? Pero ¿no les dice nada pasar a ocupar ahora el lugar impiadoso, como brazo armado de los poderosos capitalistas cristianos, contra una población civil asediada y asesinada por osar defenderse contra la expropiación ilimitada de un territorio que debía ser compartido?

Recordemos. Karl Schmitt, filósofo católico del nazismo, había puesto de relieve lo que la hipocresía democrática ocultaba: las categorías políticas son todas ellas categorías teológicas. Es decir: la política occidental (democrática y capitalista) tiene su fundamento en la teología cristiana. Es notable: Schmitt coincide con lo que Marx joven decía en Sobre la cuestión judía: el fundamento cristiano del Estado germano se prolonga como premisa también en el Estado democrático. Y si la política occidental al desnudarse muestra su fundamento teológico oculto, sin el cual no hubiera habido capitalismo, entonces toda política de Estado capitalista era antijudía, porque ése era el escollo que el cristianismo había encontrado para consolidarse como religión universal. No contra los judíos cristianizados que, como ustedes en Israel, apoyan esa política, es cierto. Ustedes tienen de cristianos, sin saberlo, lo que ocultan en su propia memoria al ocultar que la Shoá como "solución final" fue un exterminio teológico (cristiano) político europeo. Schmitt la tenía clara. Lo que el sutil filósofo alemán católico necesitaba activar, en momentos de peligro extremo para el cristianismo y el capitalismo frente a la amenaza de la Revolución Rusa y las rebeliones socialistas, era el fundamento cristiano escondido en la política: el odio visceral y alucinado religioso antijudío para que en Europa reverdeciera con toda intensidad el fundamento grabado durante siglos en el imaginario popular cristiano. Y con ese vigor arcaico reverdecido pudieran enfrentar la amenaza revolucionaria del judeo–marxismo.

Por eso, frente a la apariencia liberal de la política democrática como una relación "amigo-amigo", el fundamento de la política nazi extremaba las categorías de "amigo–enemigo" que Schmitt vuelve a poner de relieve en el "estado de excepción" como la verdad oculta de la democracia: el único enemigo histórico cuando entra en crisis el fundamento social europeo son nuevamente los judíos. En 1933, frente a la amenaza del socialismo tildado quizá con cierta razón de judío, resurgía para muchos europeos todo su pasado y encontraban en los judíos el fundamento más profundo de lo más temido para su concepción cristiana: las premisas judías de un materialismo consagrado, no meramente físico cartesiano como la economía capitalista requería. Por eso Schmitt vuelve a desnudar las categorías fundantes adormecidas que la teología católica mantenía vivas: volvía al fundamento religioso de la política cristiana del Estado democrático para enfrentar el peligro del "comunismo ateo y judío". Sucede que en ese momento los judíos laicos formaban parte de la creatividad moderna que en Europa alimentó el pensamiento político y científico: eran rebeldes todavía, no como tantos de ahora, y por eso Marx de joven pensaba que los judíos, una vez superada su etapa religiosa y se hicieran laicos prolongando la esencia judía más allá de lo religioso, podrían pasar a formar parte activa de la liberación humana.

Y cuando al fin los europeos creían haber logrado en el siglo XIX la universalización del cristiano–capitalismo que se expandía colonizando a sangre y fuego el mundo, aparece otra vez el materialismo judaico como premisa del socialismo, que no es físicamente metafísico sino que parte de la Naturaleza como fundamento de la vida del espíritu humano. Tiemblan entonces en Europa los fundamentos cristianos de la política y de la economía: un nuevo fantasma la recorre y se manifiesta en una teoría judía revolucionaria. De lo cual resulta que en momentos de crisis Hitler sólo representó, en términos estrictamente religiosos, culturales y políticos, el temor de toda la cultura occidental ante los comunistas y los judíos como los máximos enemigos de ambos, ahora renovados: del capitalismo y del cristianismo. El racismo de los nazis –esa "teozoología política"– no es más que el espiritualismo cristiano secularizado que el Estado nazi consagró laicamente en las pulsiones de los cuerpos arios.

Una vez aniquilados los millones de judíos –como luego fueron arrasando y aniquilando con la misma consigna a millones de soviéticos "judeo-comunistas"– el impacto aterrorizante de la "solución final" hizo que los judíos casi nunca, salvo muy pocos, se atrevieran a señalar a los verdaderos culpables del genocidio (como pasó entre nosotros con los genocidas). Con la derrota de los nazis como únicos culpables –según cuenta la historia de los vencedores– desapareció en Europa la historia de los pogromos y las persecuciones cristianas medievales y modernas que nos aterraron durante siglos: la de los franceses tanto como la de los italianos, los españoles, los polacos y los rusos mismos. Sólo los nazis alemanes fueron antijudíos.

Los judíos cristianizados por el terror del cristiano-capitalismo en Europa luego de la Shoá buscaron su "hogar" fuera de Europa: se instalaron en Palestina, como si el reloj de la historia, ahora teológica, se hubiera detenido hacía dos mil años. No se dieron cuenta de que la mayoría de los judíos que volvían a Israel no eran como nuestros antepasados que se habían ido: los descendientes de los defensores de Massada o de los macabeos. Buber, Gershon Scholem y tantos otros sí lo recordaban. Nadie quería que nos volviera a pasar otra vez lo mismo, es cierto; pero en vez de enfrentar y denunciar a los verdaderos culpables del genocidio –que ahora nos apoyaban para que nos fuéramos para siempre de Europa y termináramos nosotros mismos la etapa final democrática de la "solución final" judía que ellos comenzaron– los israelíes terminaron sometiendo a los palestinos como los romanos, los europeos y los nazis lo hicieron antes con nosotros. Pero primero tuvieron que vencer la resistencia de nuestros pioneros socialistas.

Los israelíes, apoyados ahora por el Imperio cristiano–capitalista que los había perseguido, crearon también en Israel un Estado teológico, pero la "parte" secularizada dentro de ese Estado judío siguió siendo la del Estado cristiano. Volvieron como judíos para culminar en Israel la cristianización comenzada en Europa: mitad judíos eternos en lo religioso, mitad cristianos secularizados en lo político y en lo económico. Por eso ahora en Israel el Estado mantiene la economía neoliberal capitalista y cristiana sostenida por los religiosos judíos sedentarios, detenidos en el tiempo arcaico de su rumiar imaginario. Y por el otro lado los israelíes son neoliberales en la política y en la economía y en la ciencia "neutral", cuyas premisas iluministas son cristianas. Mitad judíos en el sentimiento, mitad cristianos en el pensamiento.

Y por eso quieren que todos, también aquí y ahora, seamos como ellos: judeo-cristianos como el rabino Bergman, avalado por el cardenal Bergoglio, o judíos–laicos como Aguinis, neoliberal letrado avalado por el obispo Laguna. O como los directivos de la AMIA, que tienen la potestad de determinar si soy o no judío. Si soy judío "progresista" y no me secularicé como cristiano, entonces no soy judío, no podré aspirar a ser enterrado en un cementerio comunitario porque me faltaría la parte cristiana de mi ser judío. Pero judíos–judíos, esos que prolongan en lo que hacen o piensan los valores culturales judíos, quedan al parecer muy pocos, aunque sean muchos los que leen hebreo o reciten kaddish en la tumba de sus padres. Todos están aureolados con la coronita del cristianocapitalismo que al fin los ha vencido por el terror cristiano luego de dos mil años de resistencia empecinada: convertidos ahora al "judeo-cristianismo".

Por eso la creación del Hogar Judío en Palestina tiene un doble sentido: la "solución final" europea tuvo éxito, logró su objetivo, el cristianismo europeo se desembarazó de los judíos y muchos de los que se salvaron se fueron de Europa casi agradecidos, sin querer recordar por qué se iban y quiénes los habían exterminado. La Europa cristiana y democrática se había sacado el milenario peso judío de encima. Pero mis padres, que llegaron a las colonias judías de Entre Ríos, sí lo sabían.

Todos los judíos estamos pagando esta inmerecida transacción, ese "olvido" del Estado de Israel, al que seguramente se habrían negado los defensores del Ghetto de Varsovia, que murieron, ellos sí, sabiendo quiénes eran los responsables políticos, económicos y religiosos –estaban a la vista–- como los millones de judíos europeos que murieron en los campos de exterminio. Los judíos que vinieron luego, esos que estamos viendo, no quisieron ni pensar a fondo en los culpables: se unieron a los poderosos y saludaron alborozados que el socialismo stalinista antisemita se derrumbara arrastrando al olvido al mismo tiempo, como si fuera lo mismo, la memoria de los pioneros judíos revolucionarios asesinados por Stalin. Por eso sus sueños mesiánicos dependen ahora únicamente de los cristianos y del capitalismo para poder realizarse. Sólo tenían que hacer una cosa: permutar al enemigo verdadero por un enemigo falso. Estamos pagando muy cara esta conversión judía. Los israelíes, ya vencidos en lo más entrañable que tenían de judíos históricos, se han transformado en la punta de lanza del capitalismo cristiano que los armó hasta los dientes para enfrentar el mayor y nuevo peligro que tiene el cristianismo: los mil millones de musulmanes que pueblan el mundo. Pero ni los musulmanes ni los palestinos fueron los culpables de la Shoá: los culpables del genocidio son ahora sus amigos, que los mandan al frente.

Y aquí cierra la ecuación política amigo-enemigo de Karl Schmitt. Antes, hasta la Segunda Guerra Mundial, el fundamento teológico de la política era "amigo/cristiano–enemigo/judío". Ahora que los judíos vencidos se cristianizaron como Estado teológico neoliberal la ecuación es otra: "amigo/judeocristiano–enemigo/musulmán". ¿Este es el lamentable destino que Jehová nos reservaba a los judíos? Porque de lo que hacen ustedes en Israel depende también el destino de todos nosotros.

León Rozitchner, 1924 - 2011, in memorian

Por una concreta solidaridad latinoamericana

deuda_externa_Cuba

La tan proclamada solidaridad latinoamericana es en demasiadas ocasiones apenas una línea en un documento firmado en alguna reunión de cancilleres y/o presidentes, algo que queda bello y políticamente correcto pero que suele ser inocua a efectos prácticos. Como vemos en el cuadro de arriba, una nación hermana y amiga de este país como lo es Cuba, a la que nos une los lazos profundos de la Historia y que sufre un bloqueo absurdo y criminal desde hace 50 años por parte de la primera potencia económica y militar del mundo tiene una deuda externa con países de la región donde nosotros, lamentablemente, encabezamos –y por lejos- el ranking de los acreedores.

Cuba, luego de la caída de la ex URSS, perdió a su principal aliado estratégico, que le aseguraba las compras de su principal producto de exportación –el azúcar- a precios superiores al mercado y era abastecida a su vez de insumos esenciales, desde los militares a medicinas, a valores inferiores que cualquier otro proveedor pudiera ofrecer. Hoy, no sólo que aún depende en gran medida de la exportación del monocultivo –a pesar de los ingentes esfuerzos de la Revolución por diversificar el ingreso de divisas- pero a valores de mercado, sino que a raíz del bloqueo imperial para adquirir productos debe hacer en muchos casos maniobras de triangulación para evitarlo, resultando el precio final pagado el doble o hasta a veces el triple del original. Para que se den una idea de lo que significa el bloqueo: La isla es una gran productora de níquel, pero si una empresa de cualquier país del mundo exporta productos a USA que contengan ese material, debe demostrar que el níquel usado en el proceso productivo no es cubano, caso contrario, se vería expuesta a sanciones.

Hoy, Cuba esta sufriendo a raíz del bloqueo asesino del águila imperial una muy delicada situación y los países latinoamericanos no pueden permanecer indiferentes, librando a la isla a su suerte. En el caso argentino, el origen de la deuda está en un préstamo otorgado durante la gestión del Ministro José Ber Gelbard y que fue usado casi en su totalidad para comprar insumos fabricados aquí, entre ellos los automóviles Ford, empresa a la que nuestro país –en una valiente y destacable actitud- obligó por aquellos años a desconocer el bloqueo impuesto por su casa matriz siguiendo las directivas del Departamento de Estado. Con la ruptura del orden constitucional de 1976, no sólo la Dictadura rompió relaciones diplomáticas con Cuba sino que también se negó a vender los repuestos de aquellos productos que la isla había adquirido, dejando prácticamente inutilizado el parque automotor de origen argentino.

Es incomprensible que Argentina, que forzó a sus acreedores a aceptar una muy exitosa quita de su deuda externa que llegó casi al 75%, aún mantenga una acreencia de este tipo con una nación hermana con la que no solamente comparte lazos históricos sino que fue muy generosa con nuestros exiliados políticos, brindándole tanto a ellos como a sus hijos las mejores casas, colegios y trabajos, por no mencionar la cantidad de médicos y estudiantes que concurren en forma totalmente gratuita a las diversas especiales que dictan los cubanos. Y a pesar de sus dificultados, Cuba sigue siendo un ejemplo conmovedor de solidaridad, como su aporte al vital programa venezolano de salud “Barrio Adentro”, iniciado y diseñado por médicos cubanos. En definitiva, todos los países de la región tienen una deuda de gratitud y monetaria con la generosidad revolucionaria.

Nuestro país, que se encuentra negociando la deuda con el Club de París y lamentablemente, por lo poco que se ha dejado trascender, aceptando las condiciones de éste –lo que elevaría la deuda de US$ 6.000 millones a US$ 9.000- paradójicamente no extiende tamaña “generosidad” a quién sí debería ser beneficiaria de la misma; en algún momento, el ex Canciller Rafael Bielsa les propuso a las autoridades de la Revolución una quita del 75% sobre el total del monto + intereses, pero en mi humilde opinión y en vista de los antecedentes, creo que el paso a dar es condonar en forma total y definitiva esta deuda que ya no es tal. Y convencer a los otros países de la región a seguir el mismo camino, lo que no sólo aliviaría las finanzas de un país heroico y ejemplo de resistencia al Imperialismo sino que a su vez seria un fuerte gesto de respaldo hacia adentro del bloque regional.

Queríamos tanto a Julio…

Hace 25 años que se me fue Julio Cortázar, y pocas veces puedo decir de alguien al que no conozco que se fue como si fuera un familiar o un amigo. Yo me hice su amigo leyéndolo en mi tardía adolescencia, cuando su nombre empezaba a dejar de ser palabra prohibida aquí; no voy a hacer un repaso de su obra, otros mas expertos lo harán con mayor cuidado y conocimiento, pero sí puedo decir que escribió el que para mí es el cuento perfecto, “El Perseguidor” (el otro es “Esa Mujer”, de Rodolfo Walsh).

Regresó en aquel lejano Diciembre del ‘83, para despedirse de sus raíces y seguramente para ver el comienzo de la recuperada democracia, pero sufrió la canallada de no ser invitado a la recepción a los intelectuales que organizó el Dr. Raúl Alfonsín. Este es un extracto de la crónica de aquel suceso, relatado por Hugo Montero en la revista Sudestada:

“Su presencia, gigante y conmovedora, y su compromiso inquebrantable con el socialismo, con Cuba y con Nicaragua, no eran elementos demasiado bien vistos para ciertos personajes de quinta categoría, instalados en el nuevo gobierno democrático. Mientras Cortázar paseaba por Buenos Aires, el entonces presidente electo Raúl Alfonsín organizó una recepción formal con numerosos intelectuales en un acto de reafirmación de los principios democráticos. No faltaron allí esos intelectuales, los de extraño doble discurso, los que elogiaron los uniformes primero y se acomodaron rápido después, sobre la hora. Allí no estuvo Cortázar porque no fue invitado, pero él quería ir, sentía que tenía que estar. Según el escritor Miguel Briante, el organizador central del evento tenía el número telefónico de Cortázar, pero optó por no llamar.

En ese sentido, (Osvaldo) Soriano relató que “Julio no pidió la entrevista, pero le parecía interesante equilibrar o contrarrestar la presencia de los Sábato y de los extremadamente moderados en el gobierno, o gente que había estado durante la dictadura. La idea era que alguien que había estado afuera, en el centro de la famosa campaña anti-argentina, pudiera ser recibido por el flamante Presidente como señal de que esto iba a ser una cosa abierta. De ahí el fuerte significado político de ese episodio”. La historia confirmaría que la cosa no iba camino a ser “muy abierta” como se decía, y por eso la ausencia de Cortázar fue un síntoma elocuente del futuro próximo.

Su amigo Hipólito Solari Irigoyen fue el encargado de confirmarle, avergonzado, que no había conseguido la audiencia. “No es nada hombre, visita más visita menos, lo que quisiera es que le fuera bien, que maneje bien el gobierno...”, cuentan que fue la respuesta de Julio, pocas horas antes de su partida definitiva. Quién sabe, después de todo Cortázar zafó de tener que darle la mano al hombre que tiempo después firmaría los decretos de Punto Final y Obediencia Debida; y ese frustrado encuentro actúa hoy como violento contraste entre el nombre de un escritor que perduraría en el tiempo por su coherencia ideológica, por su compromiso político y por su inasible talento; y el nombre de un político radical que, en cambio, apenas perdura (como si hubiera algún mérito en ello).

La indiferencia arrogante en el trato con Cortázar desde el poder político argentino fue una pose bien estudiada por ese entonces. Ya el 12 de febrero de 1984, una vez conocida la muerte del escritor argentino en París, el gobierno de Alfonsín envió una miserable esquela, 24 horas más tarde y con una lacónica frase de compromiso: “Exprésole hondo pesar ante pérdida exponente genuino de la cultura y las letras argentinas”. “El entierro fue tristísimo. Un frío polar y un solcito que algún piadoso dios pagano hizo filtrar entre las ramas, como para que el cronopio mayor se fuera bajo una imagen bonaerense”, sintetizó Javier Fernández, en una carta enviada al librero Héctor Yánover. Al entierro del escritor, de parte de la embajada argentina “mandaron al portero”, señaló irónico Miguel Briante. Así, en una ceremonia fría, humilde en forma extrema, Cortázar era enterrado en suelo francés”.

Adelante radicales…vayan con Aguinis que ese sí es un demócrata. Pero no quiero que termine así el post, se lo dejo al propio Julio:

“El Futuro”

Y sé muy bien que no estarás.
No estarás en la calle, en el murmullo que brota de noche
de los postes de alumbrado, ni en el gesto
de elegir el menú, ni en la sonrisa
que alivia los completos en los subtes,
ni en los libros prestados ni en el hasta mañana.
No estarás en mis sueños,
en el destino original de mis palabras,
ni en una cifra telefónica estarás
o en el color de un par de guantes o una blusa.
Me enojaré, amor mío, sin que sea por ti,
y compraré bombones pero no para ti,
me pararé en la esquina a la que no vendrás,
y diré las palabras que se dicen
y comeré las cosas que se comen
y soñaré los sueños que se sueñan
y sé muy bien que no estarás,
ni aquí adentro, la cárcel donde aún te retengo,
ni allí fuera, este río de calles y de puentes.
No estarás para nada, no serás ni recuerdo,
y cuando piense en ti pensaré un pensamiento
que oscuramente trata de acordarse de ti.

(del libro “Salvo el crepúsculo”, Buenos Aires, Ed. Alfaguara, 1996)

When Tosco K.O. Rucci

En febrero de 1973, en el programa "Las dos campanas" que se emitía por canal 11, con la conducción de Gerardo Sofovich y Jorge Conti -este ultimo luego reconvertido en lugarteniente de José López Rega y miembro de la Triple A-, se produjo un histórico debate entre Agustín Tosco -Secretario General del sindicato de Luz y Fuerza de Córdoba y líder del sindicalismo clasista- y José Ignacio Rucci, Secretario General de la CGT. A los conductores los acompañaba un panel compuesto por los periodistas Horacio Salas, Silvia Odoriz, Rodolfo Pandolfi y Pablo Giussani. Muy interesantes las declaraciones macartistas y reaccionarias de Rucci, que han inspirado e inspiran a buena parte de la burocracia sindical hasta nuestros días. 
Aquí unos extractos del debate:

Rucci, ¿las diferencias que tiene con Tosco son un problema de tipo ideológico, de tipo personal, o ambas cosas a la vez?

RUCCI: Quiero aclarar que cuando se trata de debatir los grandes problemas del movimiento obrero, de ninguna manera deben privar los problemas de tipo personal. Quiero decir que este aspecto queda perfectamente aclarado. La diferencia está en la forma de encarar el movimiento obrero en su conducción orgánica. Yo sostengo que el movimiento obrero sindicalmente organizado se encuentra en la Central Obrera y que las delegaciones regionales de todo el país deben a la Central Obrera todas aquellas exigencias que le imponen los estatutos. En consecuencia, creo que el compañero Tosco no está dentro de estos requisitos que, por supuesto, no son míos sino de los congresos nacionales de la entidad madre, es decir, la CGT.

—Señor Tosco, ¿qué puede decir al respecto?

TOSCO: Nosotros conceptuamos al movimiento obrero como una práctica eminentemente democrática, como una democracia que surge de las bases. Sostenemos que todo compañero que es representante de una organización obrera debe mirar más hacia las bases que hacia la cúspide. Más hacia el contenido de lo que reclaman los trabajadores, los sectores populares, que a las formalidades. Por otra parte, hemos dejado bien en claro, siempre, que la CGT de Córdoba está dentro de la CGT nacional. No pretendemos ni como CGT de Córdoba, ni como Movimiento Nacional Intersindical, ni como Sindicato de Luz y Fuerza, constituir un ente paralelo a la CGT. Lo que sí reivindicamos es nuestro derecho a la crítica, nuestro derecho a ir contra el burocratismo, nuestro derecho a que surja desde las bases, ya sea desde la Capital Federal o desde el interior, el mandato a que nosotros nos debemos. Si los trabajadores de Córdoba luchan, si los compañeros, por los problemas que padecen, exigen plenarios de gremios confederados, nosotros ¿qué decidimos?, pues ir a la lucha y realizar los plenarios confederados; todo por la defensa de la clase trabajadora. Y eso es lo principal, y no estar al margen de la Central Obrera, sino tener una Central Obrera similar a la CGT de Córdoba. Y eso es lo que nos guía a nosotros.

—¿Acaso José Rucci no fue elegido casi por unanimidad en el seno de un Congreso de la CGT?

TOSCO: Nosotros hemos cuestionado permanentemente una práctica en las organizaciones sindicales que no permite la expresión auténtica de los trabajadores. Hay sobrados ejemplos: uno clásico, como es el de la Unión Ferroviaria. De ahí que seguimos insistiendo en que el mandato de las bases no se da en los congresos de la CGT, sino en las bases mismas, que es donde actuamos y donde no hemos observado que la mayoría de los dirigentes que están en la CGT realicen esa práctica.

—Rucci, creo que la posición de Tosco es bastante clara.

RUCCI: Sí, clara pero no compartida. Porque se supone que cualquier institución de bien público, en este caso la CGT, tiene que regir su cometido a través de cartas orgánicas que son legisladas precisamente por los representantes de los trabajadores. En consecuencia, esa expresión, que puede causar mucho efecto, de consulta a las bases, es una expresión que no cabe dentro de un movimiento sindicalmente organizado porque la CGT tiene secretario, un Consejo Directivo y un Comité Central Confederal.

—Concretamente, ¿usted está contra las bases o no?

RUCCI: El Comité Central Confederal es el conducto hacia las bases y, cuando la Central Obrera toma una resolución, no es que la toma Rucci ni el Consejo Directivo, sino que es la resultante de las resoluciones que toma el Comité Central Confederal integrado por todas las organizaciones sindicales del país.

—Sin embargo, el señor Tosco acusa a la CGT de no escuchar las críticas.

RUCCI: ¿Y a usted le parece que la CGT no es criticada? La CGT es un organismo que tiene setenta y cinco delegaciones regionales en el interior del país. Desde que yo he sido el secretario general he sido el que más ha convocado plenarios de las delegaciones regionales del interior. Jamás el compañero Tosco se hizo presente una sola vez en la CGT para debatir este tipo de problemas con sus pares.

—¿Ustedes lo han invitado?

RUCCI: Por supuesto. Todas las regionales deben concurrir a la CGT cuando son convocadas. Yo, honestamente, todavía no he visto al compañero Tosco participar de un debate de los delegados regionales del interior del país frente al Consejo Directivo.

—¿Por qué se abstiene usted de participar en esos debates?

TOSCO: Porque nosotros respondemos a las decisiones de las bases y de los cuerpos orgánicos. Los que deciden quiénes deben concurrir al plenario de delegaciones regionales son los compañeros cordobeses, y a mí no me han designado hasta el presente, sino que han designado a otros compañeros. Si me designaran, vendría.

—El señor Rucci señaló recién la verticalidad de la estructura de la CGT, pero la sospecha de que esa verticalidad es burocrática se alimentó en muchos sectores ante la idea de que las grandes movilizaciones populares, incluyendo los episodios de Córdoba y Mendoza, no surgieron de una decisión orgánica de la CGT ni sindical.

RUCCI: ¿Me permite que lo corrija? Lo de Mendoza no es exacto porque contó con el aval, el apoyo, de la Central Obrera.

—Según mi conocimiento, es un aval a posteriori o cuando la gente ya estaba en la calle. El Sr. Fiorentini, de la CGT de Mendoza, consultó por teléfono.

RUCCI: Exacto.

—Y el episodio de Córdoba fue previo a una decisión de la CGT. La impresión de mucha gente es que en la CGT no se puede resolver una movilización ni pararla. Entonces surge la pregunta de ¿cuál es la estructura vertical?

RUCCI: No es exacto. La CGT en estos momentos está en condiciones de paralizar el país si su estrategia, dentro del concierto político que está viviendo el país, así lo señalara.

—¿En la época de Onganía también estaba en condiciones?

RUCCI: En la época de Onganía yo no era el secretario de la CGT. Era un humilde dirigente de quinta categoría.

—Si se obligara a que el Frejuli no se presentara a elecciones, si fuera proscripto, ¿la CGT podría paralizar el país en horas?

RUCCI: Si el gobierno adoptara un hecho de esa naturaleza, indudablemente se plantearían en el país situaciones sumamente serias y graves. Y frente a esto, yo no creo que ningún argentino pueda marginarse de expresarse dentro de los medios que considerare más oportunos.

—Y usted, Tosco, ¿qué haría en ese caso?

TOSCO: Sería consecuente como siempre, con la lucha de la clase obrera y el pueblo. Siempre, y particularmente desde el 28 de junio de 1966, del golpazo de la dictadura de Onganía, hemos luchado por la libre expresión política de la clase obrera y del pueblo. Nosotros hemos luchado y hemos señalado desde el primer momento que reivindicaremos el derecho político de los argentinos, general y no corporativo y fascista, como pretendía Onganía, de expresarse. Nosotros reivindicamos los plenos derechos democráticos en los que están incluidos el general Perón y el Frejuli, y en los que deberían estar incluidos aquellos que también están proscriptos de esta elección tramposa, amañada, fabricada por la dictadura.

—¿Al Partido Comunista se refiere usted?

TOSCO: Al Partido Comunista y a todos aquellos argentinos que estén proscriptos por las leyes y el Estatuto de los Partidos Políticos. Nosotros no hacemos diferencia de ningún tipo.

—Y ya que la elección es fraudulenta, como ha declarado, ¿usted piensa que hay que ir a la abstención?

TOSCO: Hay distintos caminos, y nosotros no hacemos de esta elección una cuestión de vida o muerte. Creemos en la lucha del pueblo, que está más allá de un día en que se pone una boleta. Yo no planteo una abstención, incluso he dicho que respeto a todos aquellos que desde dentro del proceso plantean un cambio a fondo, una transformación revolucionaria de este sistema. De allí que de una u otra manera nosotros siempre –tanto como contra los cinco puntos de la cúspide militar como contra la proscripción del Frejuli o la de los compañeros peronistas– hemos de luchar y estamos dispuestos a luchar y vamos a promover la lucha. Esperamos que otros, que en general sostienen esos mismos criterios, también lo lleven a la práctica. Seríamos nada más que consecuentes con nuestra práctica.

—Usted ha acusado a Tosco públicamente y en repetidas oportunidades de ser antiperonista. ¿Insiste en esa acusación?

RUCCI: Insisto.

—¿Y Tosco se considera antiperonista?

TOSCO: Nosotros creemos que hay sugestivos motivos por los cuales se quiere dividir al país en peronistas y antiperonistas. Con el mismo derecho nosotros señalamos que la división que debe hacerse no es así, sino entre quienes están consecuentemente con la lucha del pueblo y quienes están con la entrega.

—Pero eso ya lo dijo Perón.

TOSCO: Yo no soy antiperonista, siento un gran afecto por muchos compañeros peronistas, convivo con ellos y lucho con ellos. Y a su vez, en perspectiva, pretendo esa unidad combativa con los compañeros peronistas, con las fuerzas de izquierda y revolucionarias. Eso no está aquí, pero sí en la CGT de Córdoba, y creemos que en el plano político en general, por eso no nos detenemos en el 11 de marzo, porque la historia está más allá de esa fecha y se construirá con todos los que hemos luchado juntos: peronistas y no peronistas, radicales, marxistas, cristianos, ateos, comunistas; se construirá de esta manera como se está construyendo en Latinoamérica, pero no con alianzas que evidentemente le dan un carácter espurio a ese programa.

—Hace un momento Rucci dijo que si se llegara a declarar o sacar del ámbito político al Frejuli, se movilizaría la CGT.

RUCCI: No dije tal cosa.

—Pero dio a entender que se llamaría a la lucha. ¿Por qué, si la CGT se declara peronista, no se movilizó cuando se lo proscribió a Perón?

RUCCI: Es muy difícil poder aceptar para quien no es peronista la estrategia que tiene el peronismo dentro de los problemas políticos que se debaten en el país. Porque el peronismo no es un partido político, es un movimiento que, como lo dijo el compañero Tosco, tiene un líder, tiene mentalidad revolucionaria y si se encaja como partido político es para enfrentar la batalla dentro de un proceso y asumir el poder. Lo que implica que cuando se entra en este juego, se hace lo que conviene por la sencilla razón de que una actitud emotiva, o una actitud justificada, puede ser el factor o elemento que perturbe esa estrategia y no se logre el objetivo.

—¿Qué es la revolución para usted, Rucci?

RUCCI: La revolución es la que se plasmó en 1946 cuando el peronismo, prácticamente por sus votos, barrió la alianza nefasta de la Unión Democrática.

—Pero con eso no la define...

RUCCI: Bueno la revolución es... Es decir, la revolución, mejor dicho una revolución, creo que no es ninguna novedad saber lo que es una revolución... Una revolución puede ser cruenta o incruenta. La revolución es provocar el gran cambio que entierre esta estructura que somete a los pueblos; estructuras que someten a los trabajadores y que colocan al país en el terreno de la dependencia. Revolución es liberación; la forma de encarar la revolución, la forma de llevarla y concretarla, eso depende...

—¿Pero si usted dice que la propiedad de los medios de producción debe ser de los particulares, del Estado o del...?

RUCCI: No. La revolución que sostenemos los peronistas no es la revolución de decir aquello que tenés vos es mío y vos hoy no tenés nada. Es decir, acá no se trata de apropiar nada. Acá la revolución tiene que tener como objetivo fundamental el respeto a la dignidad humana. Punto segundo: que el capital cumpla una función social y se integre a las necesidades del país.

(...)

—Tosco, ¿por qué cuando estuvo detenido rechazó los pedidos de libertad que se hacían por parte de la CGT? ¿Porque los hacía Rucci?

TOSCO: No. Nosotros no aceptamos el pedido de libertad sino que reclamábamos la libertad de todos los compañeros presos, políticos, gremiales y estudiantiles, entre los cuales me encontraba yo. Y porque nosotros, en este momento, no le pedimos a la dictadura la libertad de los presos sino que luchamos. El paro que hemos hecho en la CGT de Córdoba; nuestros pronunciamientos categóricos donde exigimos la libertad de todos los compañeros presos, políticos, gremiales y estudiantiles, son elocuentes...

—Pero Rucci, como máximo dirigente de la CGT, tenía la obligación de pedir por su libertad.

TOSCO: Yo creo que la obligación que tenía Rucci era la de luchar por nuestra libertad, no la de pedirla...

(...)

—¿Usted tiene algo que ver con esa famosa frase que se le adjudica de que Tosco es “el dirigente de la triste figura”? Ocurre que estamos portándonos como chicos buenos de colegio, cuando en realidad ustedes se han enfrentado con unas solicitadas tremendas. Además, usted dijo, Rucci, que en el movimiento peronista había “infiltrados asquerosos bolches”, aludiendo directamente a Tosco y otros dirigentes...

RUCCI: No... No... Yo puedo haber dicho eso, pero de ninguna manera ese tipo de calificativos o agravios pueden haber sido dirigidos a determinadas personas del movimiento... Está dirigido este calificativo a quienes solapadamente se esconden detrás de un bombo o se infiltran en el movimiento peronista, gente que nada tiene que ver con el movimiento obrero. Me parece que he sido claro porque en ningún momento he mencionado nombres, por lo menos con ese tipo de agravios.

(...)

—¿Qué es infiltrarse en el movimiento obrero? ¿Qué haya gente que no piensa como usted?

RUCCI: No... De ninguna manera. El compañero Tosco ha dicho una cosa con la que yo estoy completamente de acuerdo: “El peronismo no es sectario”. Incluso el Partido Comunista, en la época de Perón, tenía personería jurídica y votaba.

—Si es así, ¿por qué usted los trata como “asquerosos bolches”?

RUCCI: Porque todo aquel que atenta contra la unidad orgánica del movimiento obrero, que no es un invento de Rucci, ni un invento de Tosco, sino un invento de los trabajadores, a través de sus cuerpos orgánicos, que se han organizado y tienen una central obrera. De este modo quienes atenten contra esa unidad con slogans que nada tienen que ver con los trabajadores son infiltrados.

—Usted, Tosco, ¿atenta contra la unidad del movimiento obrero?

TOSCO: ¿Cómo? ¿De qué forma atento? Como directivos de la CGT nosotros acatamos resoluciones de los cuerpos orgánicos. Y cuando estamos en la lucha siempre hemos cumplido. La CGT de Córdoba jamás dejó de cumplir un paro... Rucci no es el dueño de la CGT. No hay máxima autoridad para nosotros. Sólo hay cuerpos orgánicos democráticamente constituidos y todas las resoluciones se dan en ese carácter, que es lo único que respetamos. Córdoba jamás ha dejado de cumplir un paro, ha hecho muchos más paros que la CGT. Porque la CGT nacional se ha limitado a una serie de paros, y nosotros creemos que se puede ir mucho más allá, como lo hemos probado.

—Tosco, ¿me permite? Nosotros creemos que Córdoba es un caso atípico dentro del movimiento obrero del país. Con todo, es posible que para la unidad del movimiento obrero, con una sutura de las 62 Organizaciones, se consiga una unidad que englobe a no peronistas como usted y peronistas como Rucci. ¿Puede funcionar en la práctica?

TOSCO: Córdoba no es una isla, ni está fuera del país ni del mundo. Creemos que con buena voluntad, con comprensión, con espíritu de lucha, se puede llegar a una unidad. Córdoba no es una isla y el “Cordobazo”, al contrario, expresa la avanzada de las luchas obreras y populares argentinas que luego se dieron en Tucumán, Rosario, Malargüe, Trelew... es porque tiene ese papel, y detrás de esto –no con un sentido de subordinación sino como expresión de un proceso histórico– se va dando la lucha de todo el movimiento obrero y se va a dar en el orden nacional.

—Para usted, Rucci, ¿la CGT de Córdoba es una isla dentro del movimiento obrero?

RUCCI: Yo no diría eso. Pero la CGT de Córdoba tiene una característica muy particular. Yo soy un ferviente defensor del movimiento obrero, del debido respeto a los cuerpos orgánicos que han elegido los congresos. He dicho hace un rato que hay setenta y pico de delegaciones regionales en todo el país. Todas cumplen y consultan a la Central Obrera para tomar cualquier determinación. La única CGT y los únicos dirigentes que no han consultado jamás para tomar actitudes son los de la CGT de Córdoba. Si lo hubieran hecho, como lo hizo Mendoza, que consultó y la CGT de inmediato se puso del lado de los trabajadores de Mendoza e intervino en el conflicto e hizo todo el aporte necesario para...

—¿Le parece que era necesario que consultara, cuando la gente ya estaba en la calle?

RUCCI: ¿Cómo cuando la gente estaba en la calle? Sí, la gente de Mendoza estaba en la calle, pero el compañero Fiorentino inmediatamente se comunicó con la CGT para decir la actitud de la gente y...

—¿Para pedir permiso? ¿No será que la CGT de Córdoba es rebelde? ¿No tendrá motivos?

RUCCI: Yo no diría que es rebelde. Más bien diría, como lo señala el compañero Tosco, que su forma de conducir al movimiento no es la misma que nosotros queremos imponer a las otras delegaciones del interior del país. A pesar de que se dice lo contrario, cuando se habla de unidad, no se conciben dos centrales obreras, y nadie puede admitirlo, aunque los hechos y la forma como se llevan a cabo ciertas actitudes están demostrando que realmente quieren dos centrales obreras.

—¿No es una acusación un poco corporativista?

RUCCI: No. Es el resultado de normas que fueron legisladas por los congresos nacionales de la CGT. En el supuesto caso de que no sean útiles, será un congreso el que reformará, pero hasta el momento, ése es el estatuto de la Central Obrera y como dirigentes disciplinados a ese estatuto nos debemos ajustar.

—Esa rebeldía de la CGT-Córdoba, ¿a qué se debe? ¿A la directiva de Rucci o a un problema del Consejo Directivo?

TOSCO: A que la CGT-Córdoba interpreta el mandato de las bases. A que está ligada a las aspiraciones de los trabajadores. Quieren luchar y la CGT-Córdoba lleva a la práctica esa lucha, cosa que no hace la CGT nacional.

—Aquí Rucci quiere aclarar algo...

RUCCI: La CGT cumple estrictamente con el mandato de los trabajadores. Acá nadie puede sentirse, menos en el caso de dirigentes como el compañero Tosco, dirigente auténtico, que responde a las bases, porque el Comité Central Confederal es el genuino cuerpo que está ligado a las bases integrado por los secretarios generales de todo el país, incluso por el secretario general de su gremio, Luz y Fuerza.

—¿La CGT es un factor de poder, Tosco?

TOSCO: Está encuadrada en el concepto de defensa del sistema. Para nosotros, el movimiento obrero y la CGT deben ser una palanca para transformaciones revolucionarias en esta sociedad capitalista.

—¿Rucci, entonces, está defendiendo el sistema?

TOSCO: Si entiende que es un factor de poder, la coloca dentro del sistema.

(...)

—Cuando Tosco estuvo en la cárcel, dio a conocer a la opinión pública una serie de críticas a su persona. Usted trató de lograr un pedido de amnistía. ¿Debe interpretarse esa actitud suya como demagógica?

RUCCI: Quiero aclarar que me siento un hombre con dignidad. Y que merecen mi mayor respeto aquellos que caen presos aun por un ideal que yo no comparto. El compañero Tosco, a pesar de estar en la cárcel, podía criticar todos los días en la prensa al secretario general de la CGT. Y permanecí mudo. Recién cuando el compañero Tosco salió en libertad, en igualdad de condiciones, entonces, yo recién dije lo que era mi verdad.

—¿El sistema lo defendía a él mandándolo preso?

RUCCI: Yo no he dicho que el sistema lo defendía mandándolo preso. Pero fíjese que resulta sospechoso que cuando un hombre está detenido tenga la facilidad de dar comunicados a la prensa y la prensa de publicárselos. Yo no voy a decir que está en el sistema, pero sí que con esos comunicados estaba sirviendo al sistema, porque esos comunicados atentaban contra la unidad de la CGT.

—Pero usted, ¿está en contra o a favor del sistema?

RUCCI: Soy un peronista con una postura bastante conocida y definida. No cabe ese tipo de preguntas, no tienen sentido. No estoy con el sistema, ni comparto el sistema.

—Aquí Tosco quiere aclarar.

TOSCO: No es tal el silencio en cuanto a que nosotros estábamos presos. Aquí tengo yo una carpeta firmada por el Sindicato de Luz y Fuerza de Córdoba y la Federación Gráfica Bonaerense donde refuta los conceptos de Rucci y en la cual acusa al compañero Raimundo Ongaro de ser “trosko” y de que yo estaba en la cárcel como medio de promocionarme. Esto, además de injusto, es arbitrario. Las pocas cartas que sacamos de la prisión eran transmitidas en los locutorios por nuestros abogados, que las sacaban en sus portafolios que son inviolables. Y me significaron nueve sanciones, tanto en Devoto como en Rawson. Incluso, una vez, no pude ver a mis familiares porque estaba sancionado. Este documento pueden requerirlo al Servicio Penitenciario. Sin embargo, nuestra actitud fue, aun desde la cárcel, seguir defendiendo nuestras posiciones, y si teníamos que hacer acusaciones o críticas sobre la CGT también las hacíamos, o al imperialismo, o a la dictadura, a todos esos factores que hacen a la situación actual de dependencia, de opresión, de explotación de nuestro pueblo y a nuestra patria.

—Rucci, ¿por qué los trabajadores no peronistas deben soportar que sus gremios estén adheridos a las 62 Organizaciones, un nucleamiento partidario?

RUCCI: Es que no es un nucleamiento partidario. ¿Quién le dijo eso?

—Es el brazo gremial del movimiento peronista...

RUCCI: Las 62 Organizaciones mantienen una filosofía que se plasma dentro del movimiento peronista. No se cierran dentro de un esquema partidario.

—¿Qué opina de las 62 Organizaciones, Tosco?

TOSCO: Es un nucleamiento sindical que levanta las banderas del peronismo. No pertenezco a él. Levanto yo las del Movimiento Nacional Intersindical.

—¿Qué ideología tiene ese nucleamiento?

TOSCO: El MNI es socialista, levanta la bandera de la liberación nacional y social.

—¿A través del marxismo?

TOSCO: Yo tengo raíz marxista. Pero el socialismo, en la Argentina, tiene una raíz heterogénea. Hay compañeros que levantan desde el peronismo al socialismo. Y, evidentemente esos compañeros peronistas van asumiendo el socialismo en unidad con los demás sectores.

—¿Sostiene la lucha de clases el MNI?

TOSCO: Más que sostener, interpreta un hecho histórico que es la lucha de clases.

—¿El peronismo plantea la lucha de clases?

RUCCI: Plantea la unidad de todos los sectores... No plantea la lucha de clases. Bien lo ha dicho el general Perón cuando estuvo acá. Esta no es una cuestión de partidos políticos sino que ésta es una cuestión programática nacional en la cual tienen participación todos los que estén dentro de esta filosofía en lo que respecta al socialismo. El peronismo no es un movimiento estático. Evoluciona, y dentro de esta evolución da lugar a un proceso que va a terminar en el socialismo nacional.

—¿Podría definirlo?

RUCCI: El socialismo tiene, en distintos países del mundo, diversos matices. El socialismo que yo planteo es una integración de una sociedad donde, por sobre los sectores o grupos, prive el respeto a la dignidad y priven también los fundamentos en que está basada nuestra sociedad.

TOSCO: Nosotros queremos rescatar los medios de producción y de cambio que están en las manos de los consorcios capitalistas, de los monopolios, para el pueblo. Socializarlos y ponerlos al servicio del pueblo. Deben desaparecer las clases y debe existir una clase, la de quienes trabajan. Y no como ahora, que existe la de los explotados y la de los explotadores.

RUCCI: Eso no es socialismo...

—¿Le tiene mucho miedo al marxismo, Rucci?

RUCCI: No, no le tengo miedo. Pero considero que el marxismo ya no tiene más vigencia en el mundo.

—¿No cree que el marxismo puede ser un aporte para el peronismo?

RUCCI: El peronismo puede tener aporte de todas las ideologías, siempre y cuando encajen dentro de la filosofía que plantea el peronismo.

(...)

—¿Usted identifica el concepto de explotados y explotadores con el sistema capitalista?

RUCCI: En este momento se plantea una cuestión de dependencia. Y no solamente la presencia de monopolios en nuestro país, sino de argentinos cipayos que se ofrecen a esos monopolios. Lo primero que hay que plantear cuando el gobierno asuma el poder es la defenestración de todos aquellos capitales que no están al servicio de la Nación y que no se integran dentro de la comunidad. Como hay industriales mercenarios que se ofrecen con generosidad a los capitales extranjeros, también hay industriales que son argentinos y tanto o más nacionalistas que nosotros.

—¿Cuál es su opinión, Tosco?

TOSCO: El movimiento obrero no puede menos que plantearse, en esta etapa, los grandes problemas que surgen de la dependencia. La liquidación del dominio imperialista en nuestro país sobre la base de medidas concretas y, al mismo tiempo, en estrecha solidaridad con los movimientos de liberación, como en el caso del gran triunfo del pueblo vietnamita y la lucha de los pueblos de Africa y Asia, que también levantan estas banderas de independencia. Quien se queda en los estrechos márgenes del economicismo del movimiento obrero que demanda solamente aumentos de salarios va a ser permanentemente un apéndice del sistema, pero ésas son banderas que se levantan desde hace mucho tiempo en el movimiento obrero. Por otra parte, le diré que donde hay un asalariado y hay un capitalista, hay explotados y explotadores. Lo que no quiere decir que en el proceso de liberación nacional y social, no haya etapas que debemos cubrir en alianza con aquellos sectores de la pequeña y la mediana burguesía que estén dispuestos a enfrentar esa penetración imperialista.

—¿Aun dentro del radicalismo? Porque a usted siempre se lo vincula con el radicalismo. Incluso hace muy poco tiempo le preguntaron qué opinaba del doctor Balbín y usted dijo que no lo conocía. Eso parece un chiste. Porque, aunque no lo conozca personalmente, no es necesario para opinar sobre él.

TOSCO: Yo he dicho que Balbín representa el sector de derecha, el sector conservador del radicalismo. Y ese planteo lo ratifico aquí. El doctor Illia es un amigo personal al cual respeto. He tenido contacto epistolar con él. No lo niego. Lo asumo con toda honestidad. Sin que ello signifique que comparta la política y la ideología del doctor Illia.

(...)

—Usted ha dicho que tanto la fórmula Cámpora-Lima como la radical de Balbín representan los márgenes de derecha del peronismo y del radicalismo...

TOSCO: Así es. Y en el caso del peronismo, particularmente con el doctor Solano Lima, que ha dicho en Resistencia que si acceden al poder van a erradicar al marxismo porque pregona la lucha entre los hombres. No. No pregona la lucha entre los hombres, y si es entre los hombres, va contra aquellos que por la vía militar o por la explotación capitalista se sirven de esos otros hombres.

—Es decir que, a pesar de Solano Lima, ¿usted encuentra en el peronismo coincidencias con la ideología que sustenta?

TOSCO: Evidentemente. Con el peronismo combativo, con nuestros hermanos peronistas con los que estamos todos los días, no sólo nos sentimos identificados, sino hermanados como clase obrera para la lucha común y esperamos esa gran unidad con ellos a la que ya me he referido.

RUCCI: Acá estamos para esclarecer, ¿no es cierto? A mí no me gusta que me coloquen donde yo no estoy. Se pretende colocarme donde yo no estoy. En primer lugar, soy un hombre muy respetuoso de cualquier ideología. No soy antimarxista, ni anticomunista, ni anti nada. Soy peronista y respeto la ideología de todos. Y creo que en un proceso como éste todos tienen derecho a votar y a dar sus opiniones. Yo voy a votar Cámpora-Solano Lima.

—Cuando usted estuvo en España, se le atribuyó haber declarado que cuando regresara a la Argentina iniciaría una campaña por la erradicación de la infiltración marxista del movimiento obrero...

RUCCI: Es totalmente falso. No soy de aquellos que dicen, como mucho se ha dado en decir, que pretendo hacer discriminaciones ideológicas en la CGT, donde hay miembros que no son peronistas. Hay dirigentes comunistas que van al Comité Central Confederal y son respetados. No se trata acá de señalar una cuestión de carácter ideológico. Aquí se trata de que esa ideología no sea el caballo de Troya para tratar de perturbar y desunir al movimiento obrero. O de torcer el camino que se ha dado como objetivo.

—Pero si la gente quiere torcerlo...

RUCCI: Hay cosas que usted no tiene la obligación de saber porque no milita en el movimiento obrero. Ahí cerca se reunieron 700 delegados que se desparraman a lo largo y a lo ancho del país, 500 delegados que vinieron en representación de los trabajadores del interior del país. Y fueron ellos los que eligieron en la asamblea de la CGT a Rucci, con sus votos. Sería desmerecer mucho a los trabajadores pensar que cometieron tal error de elegir como sus dirigentes a traidores.

TOSCO: Yo no creo que se trate de un error de los trabajadores, sino de la imposibilidad de expresarse democráticamente por la intervención de las patronales, del Ministerio de Trabajo y de las burocracias.

—Rucci, ¿hay burocracia?

RUCCI: Yo quisiera discriminar, porque a veces las palabras están ligeramente expresadas y suenan a hueco. ¿Qué es la burocracia sindical? ¿Qué es lo que hay que hacer para no ser burócrata sindicalmente?

—Vamos a preguntárselo a Tosco.

TOSCO: La burocracia sindical es el ejercicio de los cargos sindicales con el criterio de reducir todo al sindicalismo; de administrar desde posiciones de poder los beneficios sociales; de discutir especialmente los convenios colectivos de trabajo; de quedarse gobernando al movimiento obrero desde posiciones administrativas. Es decir, desde el mismo término burocrático surge: gobierno de empleados. Significado gramatical que trasladada al campo sindical significa no asumir esa proyección general de la lucha del movimiento obrero como factor de liberación nacional y social.

RUCCI: Tengo derecho a la réplica. Eso es burocracia, pero eso no alcanza al sindicalismo argentino. Porque gracias al sindicalismo argentino, podemos decirlo así, donde están los burócratas, según algunas calificaciones, tenemos un movimiento obrero politizado que sabe lo que quiere y adónde va. Esos calificativos son elementos rebuscados para efectuar ataques sin sentido. Si hay un hombre al cual no le cabe ese calificativo, es al secretario general de la CGT, que hace escasamente dos años ha asumido la conducción. Y nace desde abajo, ¡eh!, porque nadie me colocó en un sillón y soy el que menos estoy en la CGT.

—No conozco un pronunciamiento claro y terminante del secretario general de la CGT sobre la economía del país. Tosco ha sido muy claro: dominio del crédito, nacionalización bancaria...

RUCCI: Permítame. Parece que acá se lee lo que se quiere leer y lo que no se quiere leer no se lee. La CGT, a los tres meses de asumir el Secretariado y el Consejo Directivo, produjo un documento que denominó “Proclama y convocatoria”, donde se sintetizan las aspiraciones del movimiento obrero y de todo el país. Documento que mereció el elogio de muchos sectores, incluso que no comulgaban con el planteo de la CGT.

—¿Usted se queda contento porque lo elogió “La Prensa”?

RUCCI: Bueno, es muy difícil que el diario La Prensa... Todos sabemos que La Prensa responde a intereses contrarios a los que sostenemos los argentinos, cualquiera sea nuestra ideología. (...).

 

-(Para conocer la catadura moral y fascista de José Ignacio Rucci, vean esta foto. Una imagen vale más que mil palabras)

-El texto del debate completo se puede bajar en formato .pdf desde este enlace.

top